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Los niños y niñas de Guatemala en la primaria de las escuelas públicas miden entre 7 y 12 centímetros menos del rango de 115 y 135 centímetros promedio de niños de entre 6 y 9 años del mundo. Así lo reveló el Quinto Censo Nacional de Talla de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) presentado la semana pasada, el cual evidenció que en 38 años el país ha mejorado poco: de 51.1 redujo en 4 décadas, 19.4 puntos en el retraso de talla de niños de primer grado primaria del sector público.
La prevalencia retardo en talla o desnutrición crónica para 2024 fue de 31.7%. De 380 mil 594 niños censados, 120 mil 697 no tienen la talla adecuada: 24% están en situación moderada y 6% severa. El problema es mayor en el área rural con 34 puntos. Los niños traen una condición negativa desde el vientre, nos dice Lourdes Ponce, nutricionista del Hospital Nacional de Jutiapa.
“Tenemos mucha incidencia en mamás desnutridas, entonces el niño ya tiene restricciones de crecimiento desde el embarazo; la lactancia materna no es exclusiva, se le va incorporando agua de cebada o de maíz, que no aporta nutrientes; entonces desde que inicia su vida extrauterina no hay aporte adecuado de nutrientes y macronutrientes. Y cuando el niño empieza su alimentación complementaria hay muchos errores: se da caldos o solo tortilla, por eso es que vamos tan lento”.
Las historias en el campo son impactantes. Las trabajadoras de salud son testigos de los casos dramáticos:
El hecho de tener niños que pesen 1.2 kilogramos, ver la carencia de educación, que no se le permita a la mamá decidir por temas de machismo, que no les guste hacer los traslados al hospital. Hemos entrado a casas donde la misma agua donde toma el chucho, le dan al niño. Es carencia de educación y posibilidades, se engloba todo.
Los 10 departamentos con mayor retraso de tallas son:
- Totonicapán 48.6 %
- Quiché 45.8 %
- Huehuetenango 45.6 %
- Chiquimula 40.5 %
- Sololá 38.4
- Alta Verapaz 38.1 %
- San Marcos 36.7 %
- Chimaltenango 35.9 %
- Jalapa 34.1 %
- Baja Verapaz 33.3 %

Información: SESAN.
Falta de nutrientes
La nutricionista del Hospital Nacional de Jutiapa cree que la estrategia de Salud Pública es débil: La única estrategia de Gobierno, es la aplicación de Zinc, y realmente para que se desarrolle el crecimiento necesitamos más macronutrientes. Hace una diferencia, pero en estos casos ya no es tan efectivo.
¿Qué otros nutrientes?
Magnesio, Vitamina D, aporte adecuado de proteínas; uno cree que en las comunidades utilizan hierbas, frutas y verduras. Acá en Jutiapa, no los consumen, el aporte es por la tortilla: una dieta alta en carbohidratos –tortilla y frijol– si bien le dan al niño, le dan el grano del frijol, sino solo el caldo la tortilla.
El norte y noroccidente del país presentan vulnerabilidad nutricional “muy alta”; mientras suroccidente y nororiente, “alta”.
Neudy Rojop, coordinadora del área de investigación de Fundación para la Salud Integral de los Guatemaltecos (FUNSALUD), junto con un grupo de enfermeras, da seguimiento, cada mes, a 250 niños entre 0 y 2 años en 14 comunidades de Quetzaltenango, San Marcos y Retalhuleu.
Se visitan entre 10 y 12 casas al día, se hace recolección de datos para ver los síntomas de los niños, peso y talla. Tenemos un componente de educación, en donde les damos a las mamás educación sobre lactancia materna o dependiendo de la edad que esté el niño.
Los niños con desnutrición son referidos al programa Progresa de esta misma fundación. Actualmente son 75 en esta condición.
El país solo ha tenido 5 censos de talla desde 1986. Con el último, la SESAN estima la prevalencia de desnutrición crónica promedio en 31.7, que significan 5.9 puntos menos que el anterior censo de 2015.
Para 2025, el Plan Operativo Anual de Seguridad Alimentaria y Nutricional cuenta con Q12.9 millardos y ha ejecutado 26.6%. El 43% en ingesta de alimentos.
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