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El departamento de Guatemala pierde anualmente 0.69% de sus boques, de acuerdo con un informe del Sistema de Información Forestal de Guatemala (SIFGUA). El estudio señala que en cuatro años -entre 2016 y 2020-, el departamento reportó 2.78% de hectáreas de bosque menos. El Índice de Ciudades Verdes de América Latina -una investigación independiente realizado por la Economist Intelligence Unit-, atribuye a que el 81% de las personas viven actualmente en zonas urbanas, y eso ha puesto una excesiva presión en la infraestructura existente, y exacerba las preocupaciones medio ambientales, el tráfico, las políticas de uso de tierra, la disposición de desechos y la calidad del aire.
En Guatemala los proyectos inmobiliarios no se detienen, hay un crecimiento importante de construcción de vivienda vertical, por donde uno camine se están levantando edificaciones. De acuerdo con la comuna de Guatemala, entre 2023 y 2024 se han autorizado 80 licencias para uso multifamiliar y mixto, que suman 1.2 millones de metros cuadrados de terreno.
Los vecinos de la colonia El Rodeo, zona 7 de la capital se quejan de contaminación ambiental a causa de la construcción de una torre de apartamentos: fueron depredados algunos árboles, deben lidiar con ruido y polvo. Además ven otros riesgos venir a corto y largo plazo, como el colapso de drenajes y escasez de agua.
Amarilis Domínguez, tiene 64 años y es presidenta desde hacer 24, del Comité Único de Barrio y Consejo Comunitario de Desarrollo:
Nos está afectando bastante porque tenemos tragantes y tuberías que no tienen la capacidad para atender a tanta gente; además, los tubos están en mal estado, pues datan de 1900. El ruido es inmenso, ese edificio tenemos entendido que será de 19 nivel y con cinco sótanos y El Rodeo, no está para un edificio de esos.
Kelly de García, tiene 40 años de vivir en El Rodeo, su vivienda está justo frente al edificio de apartamentos en construcción: El sonido es demasiado fuerte y el polvo provoca enfermedades. Mi casa es de tres niveles y desde el primer nivel se sienten las vibraciones, se escucha como suenan los vidrios, se siente como que estuviera temblando.
Alejandro Maldonado, exsecretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, dijo en 2022 tras los hundimientos en Villa Nueva, que el alcantarillado representa un riesgo cuando no existe mantenimiento. En 2007 se registró en la zona 6 de la capital el más grande colapso de tierra que provocó un enorme agujero de 50 metros de diámetro y 75 de profundidad, que se atribuyó al colapso de drenajes. La comuna de la capital destina anualmente unos Q35 millones para mantenimiento de colectores, pero no logran ejecutar el 100%.
Las construcciones de apartamentos no solo requieren de sistemas de drenajes adecuados, también deben atender la demanda hídrica de sus construcciones, para lo cual perforan de uno a tres pozos dependiendo del proyecto, algo que no está controlado. La Empresa Municipal de Agua (EMPAGUA), respondió sobre la autorización de pozos que “ante la falta de regulación nacional no hay nada que impida a una persona que tenga terreno y fondos a la perforación de estos”.
Michele Estrada, técnica del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales respondió también que la institución no autoriza tala o perforación de pozos: «Nosotros establecemos medidas de mitigación ambiental, para que un proyecto se lleve de la mejor manera y se evite el impacto ambiental. Y, Roberto Ávila, funcionario de Ambiente, añade: “En los instrumentos se detallan compromisos ambientales, pero todo es prospectivo, lo que podemos hacer a posteriori es revisar el cumplimiento y si hay incumplimiento serán sancionados administrativamente o por la vía penal”.
La ciudad se funde en concreto y las áreas verdes son escasas; en la capital apenas se cuentan 109 parques, todos pequeños y la mayoría con abundante superficie cubierta con cemento, con poca naturaleza e infraestructura no adecuada.