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En 2004 ingresó al Ministerio Público (MP): empezó con hacer fotocopias, y comprar las tortillas a sus compañeros, así lo contó el propio Rafael Curruchiche a Plaza Pública en 2022.
Consuelo Porras, Fiscal General, redujo los requisitos para que este abogado, que había perdido la prueba para ser Fiscal Especial, ascendiera con prisa hacia la jefatura de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en agosto de 2021, tras la destitución irregular de Juan Francisco Sandoval, quien dirigió el litigio de 120 casos de corrupción de gran calado.
En la gestión de Curruchiche no destaca un solo proceso de combate a impunidad, más bien brilla por el cierre de procesos a favor de los acusados por corrupción.

Rafael Curruchiche y Manuel Baldizón.
Los años pasaron y Curruchiche no solo asumió el perfil que Porras requería para garantizar impunidad y criminalizar a críticos de la gestión del MP, sino ahora juega al opositor político.
“Este libro sí vale la pena leerlo –Los Fraudes Electorales, del Foro de Sao Paulo– recordando lo que pasó en Guatemala el 25 de julio de 2023”.
Aunque el propio MP reconoció que carecen de pruebas, Curruchiche sostiene que Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla ganó la presidencia mediante fraude. Aquello fue una gran resaca electoral:
“Bueno el “fiscal del pueblo” se va a quitar la cruda”.
Aparece en el Puerto y conduce un vehículo de playa Side by Side, valorado en Q245 mil. Llama “mi presidente” a Nayib Bukele y en el proceso electoral de EE.UU. se puso la camiseta y la gorra de MAGA –Make America Great Again– de Donald Trump, país que le sancionó como actor corrupto y antidemocrático.
“Grandes cosas vienen para Guatemala, todo caerá con su propio peso y quedará en evidencia. ¡Ah! a propósito… cuando la estupidez y la ignorancia hablan, la sabiduría calla”.

Curruchiche y Ricardo Méndez Ruíz, director de la Fundación Contra el Terrorismo.
La mayoría de usuarios de redes sociales se mofan de él, pero parece no importarle; contrario al MP, que suspendió los comentarios en sus redes sociales, Curruchiche aguanta el abucheo.
Antiguo reportero de Deportes en el desaparecido diario El Gráfico, previo a 1999, sus excompañeros lo recuerdan tranquilo y educado. Luego incursionó como asistente de árbitro en la liga mayor.
Héctor Negreros, un árbitro de 43 años, ha dedicado la mitad de su vida al oficio, conoció a Curruchiche. Nos dice que ser réferi es una profesión para la cual se necesita coraza.
Porque un equipo en el último minuto le puede ganar al otro y puede dar una gran goleada. Y ahí entran las aficiones que empiezan a maltratar al árbitro: “hijo de la gran…” hay gente que se quiere meter al campo a pegarle a uno”.
Hoy Curruchiche juega en otra cancha. Ventila su vida y expresa opinión en las redes sociales donde los cibernautras le sacan tarjeta roja. El árbitro comenta:
Para él debe ser muy complicado, tiene que tener el cuero de coche, para que no le cale nada, fue árbitro y figura pública y ahora más visible.
Y sí, tiene cuero de árbitro: “a Curruchiche todo el pueblo de Guatemala, lo desprecia, lo odian; es mentira, yo voy restaurantes, todas las personas del restaurantes se pararon y me dicen: salúdennos a la Fiscal General, estamos con ustedes y gracias por abrimos los ojos del fraude electoral.
Marco Antonio Garavito, especialista en comportamiento humano:
Él juega la parte de opositor público. Usted ve que Consuelo Porras ni vista ni oída. Pero el caballo de hierro, para generar polémica es él. Él está jugando un rol, esa es mi lectura.
Garavito señala que él puede tener “serios problemas de salud mental”, pero no alcanza el grado de patología.
En psicología hay un síndrome que se llama de Hibris y lo que señala es que la gente que ejerce cargos políticos va sufriendo procesos de degradación de valores humanos.
- Se van creando un culto a la personalidad, que algunos lo tienen con Curruchiche.
- Se asumen infalibles
- Están rodeados de una coraza de impunidad: hacer y decir lo que se les da la gana, incluso opiniones absurdas e ilógicas.
Gustavo Berganza, analista político:
La estrategia que él utiliza es similar a la de Carlos Pineda, está en campaña para alguna posición posterior.
En 2024 se postuló a magistrado de Corte de Apelaciones y el apoyo fue ensordecedor: 0 votos de un cuerpo de 36 comisionados.
El futuro de Rafael Curruchiche: ¿qué queda después de los 0 votos?
Berganza afirma que es notorio que no existen códigos de exposición pública en la MP, a pesar de cómo se reciben estos mensajes. En el monitoreo de redes sociales que realiza Berganza:
Él aparece constantemente y con muchas reacciones más negativas que positivas.
Incluso, se percibe racismo hacia él y ante esto Garavito estudia:
Él “se ha descarnado” de su identidad étnica, se ha sumido como parte de ese sector ladino –mestizo de poder; entonces, él tiene que ser más agresivo porque tiene que reivindicar que ya no es parte de esa “chusma”.