Escuche la nota aquí:
Se promocionan en redes sociales al estilo Temu, llegan desde China y su distribución crece en las áreas más alejadas del país:
“Por Q32 mil podrías tener esta pequeña estación de gasolina donde tu la quieras en Guatemala, este es el precio final: incluye la máquina, impuestos, embarque desde China”.
Las “minigasolineras” portátiles, de distintos tamaños desde los 2×1 metros, se venden en las redes sociales y su distribución crece en Guatemala.
“Hoy les quiero presentar a una de nuestras clientas, que próximamente tendrá una de nuestras máquinas en Uspantán, Quiché”.
Hay un detalle que los vendedores callan. Gerson de León, director general de Hidrocarburos, del Ministerio de Energía y Minas:
“Ellos le llaman miniestaciones, obviamente son ilegales; hemos detectado en Huehuetenango, Quiché, Guatemala y Chimaltenango y operan de manera ilegal. Nosotros atendimos denuncias y estuvimos presentes con municipalidades, el ministerio de Ambiente, acompañados de la PNC, lo cual no está normado. Ya se pusieron las denuncias correspondientes y ya será el Ministerio Público (MP) que debe investigar de donde se abastecen de combustible. Nosotros solo podemos sancionar a las estaciones que están debidamente registradas”
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Las bombas son innovadoras, pero el problema es que resultan ad hoc para el mercado ilegal de gasolina y diésel en poblaciones rurales. A las autoridades les preocupa el riesgo que representan y en las redes sociales, los usuarios también expresan preocupación. Un promotor: ¿cómo hacemos para llenar nuestra bomba de gasolina? Lo hacemos mediante una bomba de transferencia especial, no es una bomba convencional de agua, porque estas tienen chispazos.
El ministerio Energía y Minas requirió al MP investigar el origen del combustible. Mientras Enrique Meléndez, presidente de la gremial de expendedores de combustibles, afirma que el sistema regulado no provee a las miniestaciones:
No se descarta que ellos lleguen a comprar a las gasolineras, pero existe normativa para suministrar a quienes venden este producto. Existe la posibilidad que sea producto ilícito, de contrabando o robado.
Los empresarios del transporte denuncian el “ordeño de combustible”. Luis Flores tienen 30 año de dedicarse al transporte especializado de vehículos:
Es una práctica que se da en muchos países y se llama el “ordeño de las unidades del transporte”: para cada viaje, se asigna cierta cantidad de combustible y ellos, para recuperarse económicamente, ordeñan. Con 5 o 10 galones por viaje, en rutas cortas, pueden llegar hasta 25 en rutas largas. Lo que ocurre ahí es un robo y una venta de lo robado: drenan el combustible con una maquinita, lo adulteran, lo hacen más ralo y lo revenden.
Este empresario admite que se han resignado y ya lo asumen entre sus costos lo que sus empleados le extraen de combustible, por ejemplo:
Nuestros costos operativos están calculados con base a que todos lo hacen. Por ejemplo: para Puerto Quetzal, son 100 kilómetros de ida y 100 de regreso, dividido 13 kilómetros por galón, les tengo que dar 15 galones de combustible, por Q30, yo tengo que darles Q461 por viajes. Pero lo que se les despacha realmente lo calculo a 8 kilómetros por galón, son 25 galones; son 10 galones más, son Q289 más.
Aunque han implementado controles, el ordeño no para.
Hay dispositivos para evitar esto, pero también en redes sociales hay tutoriales para vulnerarlos. Yo tengo un GPS que me avisa cuando han drenado y cuando han echado (eso lo tenemos muchos empresarios); sin embargo, no se pueden detener. Son unas varillas que están en los tanques y me mandan alertas cuando hay un consumo sustancial –5 galones radicalmente.
Es tan común que incluso hacen chiste de ello: En el convivio decimos: “vamos a rifar 5 galones de combustible” y lejos de que les de vergüenza, se ríen.
El MP no responde sobre las denuncias de las “minigasolineras”. Aunque no hay datos actualizados los empresarios señalan que el contrabando de este producto disminuyó: hace 10 años se reportaban pérdidas por Q16 millones por producto mexicano.
Hoy, los combustibles son menos costosos aquí que en aquel país. En 2024 Guatemala consumió 34.4 millones de barriles de gasolina y diésel.