Radiografía de un suspiro político
El tiempo, que todo lo deja ver, vino a poner las cosas en su dimensión, y la ruptura de SEMILLA, productos de la ambición de algunos y la falta de carácter de otros, evidenció graves problemas internos.
Publicado el 12 Sep 2025

Muchas personas consideran que el presidente tuvo, y tiene, un considerable apoyo popular. Se basan en aquel ambiente festivo de finales del 2023 en el que el ruido y la alegría, de que no ganaran los de siempre, fue capaz de silenciar y “transformar” los números y la razón.

No es menos cierto que si hubo un ambiente propicio para cambios en los primeros meses del 2024, y no tanto por ese “considerable apoyo popular” al que se alude, sino porque quienes ganaron tampoco contaron con una cuenta abierta porque hubo temor a que se activaran reacciones sociales o de la embajada norteamericana, como había ocurrido semanas atrás.

Se desperdició la oportunidad de hacer cambios sustanciales en el país en aquel primer semestre -como si ocurrió, por ejemplo, en Argentina- y la falta de acción, pero también de cuadros eficientes, de empuje y la sobra de soberbia -porque de todo hubo en el coctel-, condujo al final del primer año de gobierno en el que únicamente se pudo presentar como exitoso el remozamiento de algunas escuelas y ese discurso justificativo de “este no es el gobierno del cambio sino el que pone las bases para…..bla, bla, bla” ¡Nada que sirviera para incrementar la gobernanza y una buena percepción ciudadana del quehacer político.

Sirvió, sin embargo, para que se reconstruyeran los grupos políticos que no daban crédito a que no se hacía nada. Toda decisión de que se tomaba era fallida, y algunas por crasos errores cometidos en amparos y disposiciones, y no porque la CC, el MP y el resto del sistema solar estuviera con el “pacto de corruptos”.

El tiempo, que todo lo deja ver, vino a poner las cosas en su dimensión, y la ruptura de SEMILLA, productos de la ambición de algunos y la falta de carácter de otros, evidenció graves problemas internos. Se habían visto pocos meses antes entre la presidencia y la vicepresidencia, en una pugna publica por el salario que percibió la segunda. Siguieron ceses y dimisiones de ministros, viceministros, secretarios, directores y otros funcionarios, pero sin que explicaran razones ni motivos, porque parece ser que había una cierta vergüenza, un cierto pundonor político, de mostrar que no tenían equipo, y consecuentemente no encontraban a quien poner en determinados puestos. La guinda del pastel fue el nombramiento del actual ministro de comunicaciones.

Y esa especie de perdón permanente que medios y analistas otorgan a esta administración, nos trajo, a finales del pasado mes, y después de uno de sus periodos de vagancia con el nuevo aumento del salario, un Congreso recambiado con una suerte de club de poder que superar los 100 votos, tal y como han demostrado en la votación que mantiene al país en vilo: el famoso decreto que permite prolongar el gasto de los CODEDES.

El presidente, más orgulloso que efectivo, decidió ignorar al legislativo y no asistió al día de la solemne sesión conmemorativa de la independencia, con la excusa -y en eso hay que reconocerle que tiene arte- de tener una agenda no coincidente con aquella otra institución. La verdad es que hace lo mismo que hicieron otros presidentes -como Pérez Molina- y es ignorar a quienes lo confrontar y no acudir a sesiones conjuntas ¡Nada que ya no hayamos visto!, aunque se le sigue olvidando a muchos ese comportamiento. Tampoco da entrevistas a medios nacionales con los que podría confrontarse, que es exactamente lo que hizo Giammattei, pero también se le perdona y “comprende”, aunque a aquellos otros dos se les criticara ¡Ah, que no es lo mismo, dice mi compadre! Y es que cuando se trata de amigos la vara de medir es otra. Recuerden aquello de “para mis amigos todo; a mis enemigos la ley”.

Pues vamos acabando el año y lo único que queda es esperar a verlas venir e ir asimilando que los errores, las alegrías desmedidas y la falta de sensatez, se termina pagando en el medio plazo. Quizá en Navidad vuelvan las buenas intenciones y la esperanza para el 2026…, y así nos vamos un año más.

www.miradorprensa@gmail.com

Pedro Trujillo
Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV

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Sobre Pedro Trujillo

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