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Gustavo Alejos, sancionado por Estados Unidos, pero consentido por el sistema judicial local, se prepara para salir de Guatemala en una gira que no incluye a la Unión Americana. Ese país, desde 2021 y 2023, bajo la sanciones de la Ley Magnitsky y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), no solo prohibió el ingreso del exsecretario presidencial a su territorio, sino congeló sus bienes y le impide hacer transacciones financieras.
La justicia en Guatemala, en cambio, en una saga de redención hacia los acusados de gran corrupción se congracia con el antiguo secretario presidencial y financista de campañas políticas: la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones le autorizó viajar durante 45 días hacia México, España y Suiza –entre agosto, octubre y noviembre. El motivo: atender su salud.
El Ministerio Público (MP) objetó el permiso para la gira de Alejos bajo el argumento de que el acusado no documentó los motivos ni la urgencia de sus consultas de salud. A lo que la Sala de Apelaciones respondió que era un derecho Constitucional la salud del acusado.
Alejos estuvo vinculado a cinco casos de gran corrupción en el país, pero uno a uno los ha librado: en febrero, la jueza de Mayor Riesgo D, Abelina Cruz, cerró el proceso en el cual se le acusaba de regalar apartamentos costosos para políticos; y en 2022, la Corte de Constitucionalidad (CC) lo blindó de una investigación por financiamiento no registrado de la Unidad Nacional de la Esperanza. Los casos donde sigue vinculado son Transurbano y Comisiones Paralelas 2020 (donde es sospechoso de manipular la elección de magistrados).
La jueza Abelina Cruz y la Sala Tercera suman una serie de resoluciones controversiales que exoneran que exoneran a acusados de corrupción.
Alejos manifestó su molestia a ConCriterio por cubrir esta nota: antes de sacar el reportaje, debería ir a ver cuánta gente ha salido a Europa, no veo cuál es la diferencia que salga yo o que salgan otras personas.
¿De quiénes tiene conocimiento?
- Eso averígüelo usted, yo no soy pone dedos.
Alejos asegura que no huirá de la justicia:
“Yo me he presentado en todos mis casos y he dado la cara, no me estoy yendo a ningún lado; he padecido de algunos males y voy a aprovechar para ver a mi hermana y mi mamá que tiene 85 años, no veo razón como para sacar un reportaje”.
Ana María Méndez, directora para Centroamérica de Wola, una organización internacional de investigación y derechos humanos: “me parece importante que las autoridades europeas puedan tomar en cuenta -así como lo hicieron con funcionarios del MP, que buscaban interferir en la elecciones- que Alejos ha sido un actor que ha influido indebidamente y ha manipulado la justicia, por lo que pueden considerar una medida de sanción hacia él y otras personas que han contribuido a consolidar un sistema de corrupción.
Stephen McFarland, embajador de Estados Unidos en Guatemala entre 2008 y 2011.
Están pasando tantas cosas dudosas e injustas en el sistema guatemalteco que cuando uno escucha que un acusado quiere hacer un viaje por razones médicas siempre saltan las sospechas. Pero también sirve para preguntarnos ¿qué diablos está pasando en el sistema de judicial? En donde caso por caso los acusados de corrupción se salen con la suya y quienes investigaron están injustamente en el exilio.
El viernes la jueza Abelina Cruz liberó de lavado de dinero en el caso Odebrecht a Manuel Baldizón: me regocijo de esta resolución, ahora vienen los daños y perjuicios, la difamación y la calumnia”.
El expresidente Otto Pérez, condenado por grandes casos de corrupción, en una entrevista reciente en un podcast dijo que se arrepiente de no haber elegido como fiscal a Consuelo Porras “Consuelo Porras pasó el examen.
-Presidente se equivocó: ¡me equivoqué totalmente!