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CABAL, es el más reciente proyecto político de Edmond Mulet, con el que compitió por la presidencia del país en 2023 y se ubicó en quinto lugar del voto. Las expectativas apuntaban a convertirlo en el contendiente de Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), después de la expulsión de Carlos Pineda como aspirante.
No obstante; CABAL, es la cuarta fuerza en el Congreso de la República, con 18 curules y se percibe como un bloque legislativo no cohesionado y con diputados con intereses muy particulares.
La última gran controversia fue la de Julio Portillo, diputado por Zacapa, que propuso una iniciativa para imponer la compra obligatoria de cemento nacional en un país que tuvo por largas décadas monopolio forzado desde el Estado de una sola cementera. Portillo proviene de una familia cuyo negocio es la venta de materiales de construcción. Luis Aguirre, otro diputado de ese partido y jefe de bloque de CABAL, impulsa una iniciativa de ley, que pretende que los ganaderos pasen de pagar 4% a 1.5% de impuestos. Este diputado es propietario de una distribuidora de carne.
Los diputados ganaderos se recetan menos impuestos para ellos
El partido CABAL, parece un tapete confeccionado con retazos, en donde Mulet, es el sastre. La agrupación se integró con antiguos políticos de la UNE, LIDER, CREO y FCN-Nación. No hay uno solo que provenga de Humanista, el anterior proyecto político de Mulet.
Aníbal Samayoa, exdiputado de Humanista:
Es un partido de creación nueva, pero donde corren viejos leones. Más allá de eso, el punto es la dinámica con la que participan dentro del hemiciclo, ellos tienen una posición en la Junta Directiva, otras en bloque, pero parece que actúan de forma aislada. Y hay un tema que no quiero que se malinterprete, sino que se entienda bien: todos los diputados siempre tienen un interés en impulsar una agenda específica, el problema es que no lo dicen en campaña y no saben reflejar en el Congreso, entonces parece que es un interés particular de ellos.
El excongresista señala que esta desarticulación complica los acuerdos y consensos en la dinámica legislativa: no hay que apantallar cuando salen electos 15 o 20, porque al final los acuerdos se hacen en lo individual. Si el presidente del Congreso quiere apoyos, deberá entender primero qué tan fraccionada está cada bloque, para hacer el desgastante trabajo de hablar diputado por diputado.
El diputado Portillo, de Zacapa es la segunda vez que pone en predicamento al bloque. La primera ocurrió en mayo cuando protagonizó un accidente en el que murió un Policía Nacional Civil, que lo custodiaba. Al congresista se le asignaron en febrero seis agentes de PNC, para cuidarlo; el diputado ahora enfrenta un proceso de antejuicio.
Cuando se supo de la iniciativa para prohibir la venta de cemento que no hubiera sido producido en el país, sus compañeros de bloque lo dejaron solo. La bancada publicó un comunicado para desconocer su propuesta.
Roberto Alejos, expresidente del Congreso: se termina la campaña y el interés que los unía, que era buscar votos para el candidato presidencial, abandonan el interés colectivo y se salen a la luz los personales.
No obstante, Alejos señala: CABAL, lo que busca en el caso de por lo menos unos cuatro o cinco diputados, es fortalecer su liderazgo y convertirse en quienes dirijan el partido. Algunos buscan dinero, otros quieren liderazgo y otros lo que quieren es quedar bien con sus votantes; pero tristemente van a querer quedar bien con sus financistas.
Añade que, si la línea de los intereses no se cohesiona, el grupo puede debilitarse y ocurrirle lo que pasó con Humanista, el antiguo partido de Mulet, que terminó por desaparecer.
ConCriterio llamó a los diputados Portillo y Aguirre, pero no respondieron a las llamadas. Sergio Celis, subjefe de bloque, nos dice que hubo diferencias internas, pero asegura que quedaron resueltas:
El 14 de enero sí había fisuras, pero un mes después nos fuimos cohesionando y a lo interno hemos generado discusiones y muy buenas iniciativas de ley. En el camino después de conversar con el equipo, ahí está la organización, que tiene un músculo político de 50 alcaldes a nivel nacional, que ni la administración actual no logró. Una bancada que con sus defectos y virtudes quiere construir la democracia.
Al inicio de la legislatura CABAL, logró acuerdos con el grupo aliado al oficialismo y con eso obtuvo la tercera vicepresidencia del Congreso, para el diputado Nery Rodas. Una ficha de cambio fue restituir en su curul a Julio Héctor Estrada, a quién el grupo de Allan Rodríguez, había dejado fuera de la décima Legislatura. Ahora es el Ministerio Público quien procura quitarle la curul a Estrada.