Hacen falta 2 semanas para que el alcalde de Santa Catarina Pinula tenga en su escritorio los resultados de un experimento que tiene a unos vecinos desesperados y a otros aliviados: el cierre de 4 kilómetros en la ruta reversible matutina entre los kilómetros 13 y 17 de Carretera a El Salvador.
El 17 de febrero los vecinos amanecieron sin la opción de rebasar ese tramo. Y el director de la PMT de SCP, Eduardo Morales, explicó que la suspensión de ese carril es un ensayo: durante un mes revisaron los beneficios del mismo y ahora evalúan las consecuencias de no tenerlo habilitado.
El fin de la observación, dice Morales, es responder una pregunta: ¿se necesita un distribuidor vial o un paso a desnivel para que fluya mejor el tránsito en ese tramo?
Sebastian Kong, universitario de 20 años, es uno de los conductores que salen a temprana hora de Fraijanes hacía la Ciudad de Guatemala y cuyo tránsito ha sido afectado por este cambio. El recorrido cotidiano de Kong arranca a las 5:30 am cuando sale de su casa en dirección a la Universidad:
“Antes me hacía 30 minutos a la universidad y llegaba a dormirme, desde que quitaron el carril reversible salgo a las 5:30 am y llegó entre las 6:50 y las 7:15 de la mañana. Nunca había llegado tarde a una clase y ahora estoy llegando de 5 a 10 minutos tarde”, cuenta Kong.
Él es solo 1 de los 102 mil 840 vehículos que transitan cada día de carretera a El Salvador hacia Ciudad de Guatemala desde Santa Catarina Pinula (SCP), Fraijanes, San José Pinula (SJP) y Santa Rosa según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y compartido por el alcalde de Santa Catarina Pinula, Sebastián Siero.
Kong, da voz a otros vecinos que también están afectados por el incremento en el tráfico que provoca la suspensión del reversible.
“Estoy indignado,”, se queja Kong, “me parece una estupidez haber quitado el reversible porque afecta a más de a quienes beneficia. Tengo un par de fotos que demuestran la diferencia de circulación entre ambos caminos (subida y bajada), pocos carros viajan hacia carretera (a El Salvador), en comparación con los que nos dirigimos hacía la ciudad”.
Efecto dominó
Ante las críticas, el director Morales dice que los problemas de tránsito por la ausencia del carril reversible ocurren fuera de su municipio, que quienes se quejan son vecinos de otras municipalidades, por lo que la solución no debería recaer en la municipalidad de Santa Catarina Pinula.
“Los problemas se dan a partir del km. 17. Así que creo que las autoridades de dicha jurisdicción deberían crear estudios para reducir el tráfico de sus municipios” se excusa.
Maria Isabel Cabrera, estudiante de Santa Catarina Pinula, se encuentra justamente en el grupo de los beneficiados con el cambio: “Con el reversible nos hacíamos 55 minutos de mi casa a la universidad, ahora nos estamos haciendo 20 minutos a lo más.” Cabrera, agregó que antes les tomaba 40 minutos recorrer 2 km (del condominio Santa Rosalía, km. 12.5, al Centro Comercial Escala, km 14.5) y que hoy les toma tan solo 4 minutos.
Alcaldes incomunicados
La controversia de la deshabilitación del reversible ha puesto en evidencia la falta de coordinación entre las autoridades de las municipalidades de carretera a El Salvador: cuando la municipalidad de SCP anunció la medida, la de Fraijanes emitió un comunicado para lamentar dicha decisión.
Además, no se han llevado a cabo discusiones con los 3 municipios de la jurisdicción y cuando se les invitó a los alcaldes a asistir a una mesa técnica para discutir la problemática la ausencia de SCP y SJP llevó los esfuerzos a un fracaso.
Juan Carlos Ramírez, director de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) de Fraijanes, cuenta que el alcalde de esa jurisdicción, Wilton Berreondo, se reunió con el alcalde de SCP la semana pasada para encontrar consenso. La conclusión de dicha cita parece definitiva: “Siero está decidido en cerrar el carril de momento,” contó Ramírez.
Varias versiones existen sobre los efectos del carril reversible según la procedencia de la persona que transite en la ruta. Hasta ahora lo único cierto es que mientras no haya disposición de las autoridades para dialogar y oír los beneficios y perjuicios, tanto los vecinos como sus alcaldes, tendrán que esperar hasta el 15 de marzo para saber si dicho cambio será definitivo.