La capital de Guatemala cuenta con 923 mil 392 habitantes y una de las grandes demandas ciudadana es el agua, un recurso que escasea con el paso del tiempo.  La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), proyecta que habrá reducciones en la disponibilidad del líquido hasta un 59% para fines de siglo.

En la capital los reclamos por la escasez de agua son constantes, y a ello se suma un reclamo más: hay vecinos que pagan por aire en lugar de agua, afirma Alex de la Cruz, un guardia de seguridad privada de 43 años, residente en la colonia Santa Lucía en la zona 18:

El aire hace que la aguja gire y ese se convierte en metros cúbicos que no fueron de agua sino de aire.

En la casa de este guardia de seguridad viven 7 personas que al mes consumen unos 30 metros cúbicos de agua:

 “Los recibos vienen cargados porque, aunque no haya agua, hay aire.

¿Cuánto le sale en el recibo por consumo de agua?

–        Es variado, entre 160 o 240. Considero que es mucho porque hacemos reciclaje -el agua de la lavadora la utilizamos para otras cosas-, sí es mucho. Hay vecinos a los que les sale más que a mí y otros menos.

Si pagar Q240 al mes para de la Cruz es mucho, a la señora Maritza Leiva, una fisioterapeuta jubilada de 67 años, casi le da un infarto, cuando en noviembre y diciembre llegaron los recibos por Q18 mil y Q19 mil, por 5 meses que no estuvo en casa:

Yo no estuve un tiempo en la casa y en ese tiempo al parecer hubo una fuga de agua, pero cuando nosotros revisamos solo había una poza de agua. Identificamos que era de la llave de paso donde estaba la fuga y pagué para que me lo repararan.

Esta vecina vive en la zona 5 de la capital, en su casa viven sus dos hermanos también mayores y sus facturas anteriores eran de Q150. Los cobros excesivos no fueron exclusivos de ella asegura:

Mi vecino fue a alegar a la Empresa Municipal de Agua (EMPAGUA), porque a él le salieron Q6 mil y solo dos personas son. Y ya no pagó, pero le dejaron una cuota fija de Q300. De plano que también tenía fuga en el contador.

La mujer se abocó al diputado Cristian Álvarez, para denunciar el caso, y tras hacer pública la denuncia el día de ayer, el personal de EMPAGUA se comunicó con ella para notificarle que le condonarán Q15 mil y solo pagará Q3 mil mediante un convenio.

El vecino de la zona 18, agrega que se han acercado a EMPAGUA, pero la respuesta que reciben es: ellos dicen que uno la gastó, yo creo que el agua que se sale de las fugas se la recargan a uno en el recibo; ahorita en el kilómetro 19, entrada a Palencia, hay una fuga que lleva como un mes y ahí se está desperdiciando y no hay modo que reparen.

ConCriterio llamó y escribió a Carlos Flores, subgerente de atención al cliente de Empagua, pero no responde.

La CEPAL considera que la disponibilidad de agua per cápita caerá a un rango de 2000–5000 m3 por año, debido al crecimiento poblacional y económico. Además, señala que en América Latina, más de 10 millones de personas pueden migrar dentro de sus propios países para 2050, lejos de las áreas de inseguridad hídrica y disminución de la productividad de los cultivos hacia los centros urbanos y apuntó a que estas presiones se sienten agudamente en Guatemala.

Gisela González, ama de casa de 42 años, vive en una vivienda rentada de la zona 6 en la que residen 7 personas y el pago mensual por servicio de agua es de Q1 mil 200, pero no hay constancia:

 “No es tanto el consumo para que salga eso, no baja de entre Q1 mil 100 y Q 1 Mil 300 y ellos dicen que ese el consumo, es demasiado gasto y uno piensa irse de ese lugar, pero uno llega a otra zona y es lo mismo”.

Lyli Caravantes, concejal de oposición señala que hay procesos avanzados para atender el tema del agua:

Dentro de esto está la fabricación de tanques elevados, un sistema de alerta temprana, identificación de fugas, renovación de la red primaria de agua, innovación de pozos para que no sean solo manuales, la mejora de las plantas de tratamiento y todo lo relacionado para lograr una mayor la recarga hídrica.

Empagua cuenta con un presupuesto anual de Q684 millones.