Todas los días a las 4:00 de la mañana, desde Ciudad Peronia en Villa Nueva, Henry inicia su jornada en un bus de la ruta 70 de Rápidos de Peronia. Este piloto que tiene 29 años, siete de los cuales ha dedicado a pilotar camionetas, quiere ser discreto con su identidad, por eso se reserva el apellido. El viernes pasado, su bus fue objeto de noticias y fue la fotografía que circuló en redes sociales y medios noticiosos: nuestro entrevistado es el conductor del bus anegado por el agua bajo el puente de la 13 calle y Aguilar Batres de la zona 11.
El joven piloto revive la jornada del último viernes de mayo. Era su segunda vuelta del día: la mañana estaba despejada, pocos pasajeros abordaron su vehículo. A la 1:00 p.m. comenzó a llover y el tráfico se intensificó. Henry bajó hacia el puente del desnivel con el asfalto mojado y sin rastro de poza, pero ya no pudo salir:
“Fue en cuestión de unos segundos se empezó a llenar de agua el puente de verdad. El carrito de enfrente fue el primero en quedarse, al señor ya no le encendió el carro. Me quedé atrapado, no pude movilizar nada, de ahí empezó a entrar el agua en el bus. Había basura de ricitos, monte, de un montón de cosas”.
Eran las 2:00 p.m. cuando el piloto y el ayudante junto a dos pasajeros más se quedaron atrapados por el agua. En ese momento los cuatro optaron por salir al techo, a través de la puerta de adelante. Henry calcula que pasó media hora antes de que los bomberos municipales llegaran a ayudarlos.
“Tenían mi mente en blanco. Estaba más poseído por mis nervios. Solo escuchaba que uno de los pasajeros decía que estaba malo de la diabetes y que estaba comiendo mal. Preocupado, porque no mirábamos que aparecieran los bomberos ni nada”.
No fue sino hasta que empezó a bajar el nivel del agua que los bomberos municipales sacaron a las cuatro personas que estaban en el bus y a la persona que conducía el carro que quedó varado frente a este. Alrededor de las 4:00 p.m. ya habían salido del paso a desnivel. Henry regresó al volante cuando el nivel del agua bajó.
“Fue algo que realmente no lo podía creer. No podía creer que había cubierto el agua el bus, ya había visto pozas, pero jamás que fuese a cubrir tanto el bus o que fuera a llenarse de agua un puente”.
Los daños ocasionados fueron mínimos: se mojó el motor, la caja y las catarinas (ruedas dentadas). El incidente le costó caro: debió pagar al propietario el equivalente al ingreso de cuatro días laborales, lo que equivale a Q.340.00, pues debió reparar el bus. Desde el viernes al martes trabajó en reparar los daños, fue hasta el miércoles cuando reanudó labores.
“Prácticamente ¿qué le digo? Sacar los sillones para que se secaran, hacerle limpieza y desinfectarlo por completo. Pasamos un día completo desinfectándolo para poder salir a trabajar”.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) pronosticó para el pasado viernes lluvias dispersas acompañadas de actividad eléctrica en horas de la tarde o noche. La Policía Municipal de Tránsito de Villa Nueva registró ese día que la lluvia provocó tránsito más lento de lo normal por la acumulación de agua en Aguilar Batres y 20 calle zona 12 con dirección hacia El Trébol, lo que afectó toda la carretera CA-9, desde el kilómetro 16.