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La leña es una importante fuente de energía para cocinar en Guatemala. Datos del Censo 2018 revelaron que el 54.4% de la población la usa para preparar alimentos. Aunque la Encuesta 2024 para la Evaluación de Calidad de los Servicios Públicos Básicos mostró que el aprovechamiento de este recurso es del 28%, Cristian Cabrera, subgerente técnico del Instituto Nacional de Estadística (INE), nos dice: este 28% de consumo de leña representa únicamente a las áreas urbanas a nivel regional.
Un informe del Instituto Nacional de Bosques (INAB) reportó que el 50% de municipios tiene cierto déficit de leña al año. El país tiene en promedio una oferta anual de 17.96 millones de metros cúbicos y una demanda de 27.98 millones. Hay un problema: se extraen 10.02 millones de metros cúbicos más de lo que crece en el bosque, por lo tanto, el consumo de leña a nivel nacional no es sostenible, señala el INAB.
Los pobladores enfrentan dificultades para conseguir el insumo y, por aspectos culturales o de acceso, el gas propano no es opción. Audías López, un agricultor de San Gaspar Ixil, Huehuetenango: no hay mucha leña y las personas deben salir a comprarla.
¿cuánto cuesta comprar leña?
– la venden por tarea a Q600 y si es pino a Q450.
La tarea de leña equivale a unos 400 pequeños leños y en familias numerosas puede rendir una o dos semanas, mientras que un cilindro de gas propano de 35 libras puede durar un mes a una familia de 4 integrantes. Los precios del gas oscilan entre los Q125 y Q400 en recipientes de 25 a 100 libras. El promedio mensual de consumo de gas del país es de 500 mil barriles; Zeta Gas absorbe el 45% del mercado y Tropigas el 21%.
No obstante, hay lugares donde el acceso del propano es limitado, además de que las personas dan prioridad a la leña.
Angela Colop, una comadrona de Cantel, Quetzaltenango, no comenta respecto del uso de la estufa a gas: Talvez la tercera parte, porque al pasar a las orillas de las casas se ve humo por el uso de leña.
Algunas instituciones privadas y públicas fomentan el uso de estufas ahorradoras. El INAB promovió la búsqueda de financiamiento dentro de un plan de apoyo para la implementación de 100 mil cocinas eficientes, por un monto de Q172 millones en 12 años. En Huehuetenango los vecinos han gestionado proyectos de este tipo, y López nos dice:
Con esto estamos ahorrando un poco de leña y la gente está agradecida, pero no hay suficientes.
Tres encuestas del INE en distintas fechas coinciden que en promedio el 70% de la población urbana ha dejado el uso de la leña, pero en las áreas rurales el consumo sigue siendo alto, aunque con dificultades porque el recurso que producen los bosques no es suficiente.