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Luis Aguirre, diputado de CABAL, es hoy la llave en el Congreso de la República para la elección de magistrados al poder judicial. El congresista asegura que tiene el apoyo de 86 diputados que, aunque pertenecen a distintas agrupaciones políticas, se han separado de los votos en bloque con sus partidos.
El antecedente de las próximas decisiones es la alianza que aprobó la ampliación presupuestaria y cuya cohesión atribuyen al jefe de la bancada CABAL: Aguirre logró reunir 114 votos en dos votaciones.
El parámetro está en los votos con los que ganó la Junta Directiva al principio; son los que nos tenemos que agrupar y hacer ese cambio en el sector justicia.
Los acuerdos pueden estirarse y es posible que los votos alcancen para más. Julio Héctor Estrada, diputado de CABAL: puede pasar que una alianza que vota por cortes 90 o 100, por interés del país, ese mismo grupo pueda consolidarse para pasar presupuesto o Junta Directiva 2025.
Las nóminas de candidatos a las magistraturas incluyen a representantes de grupos señalados de favorecer la corrupción; letrados señalados de cooptar la justicia en 2020; bastiones de la fiscal general Consuelo Porras, como Dimas Jiménez, fiscal regional del Ministerio Público (MP); además, tres magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que quieren repetir en el cargo, a pesar de su cuestionado desempeño.
Hay diputados que creen que todos son elegibles. Elmer Palencia, jefe de la bancada Valor: A nosotros nos llegan listados de elegibles, que alguien nos diga “miré, los que vienen en los listados son personas cuestionadas”, entonces las Comisiones no hicieron bien su trabajo.
Allán Rodríguez, líder del bloque VAMOS, con quien Aguirre protagonizó una pelea con los puños, está fuera de la ecuación seña Aguirre: Es una persona vinculada a influir en la justicia y estamos tratando que ya no la tengan. Sus aliados, si se acercan, le tocará votar por lo que nosotros estemos votando: los que han lucrado con la justicia, que han atacado personas o han embodegado casos, ellos no van a pasar”.
Herman Echeverría es uno de los 39 diputados del fragmentado VAMOS. Ellos no saben cómo votará su bloque: tenemos nuestros propios criterios y nuestras formas de evaluar de manera independiente.
Cristián Álvarez, jefe de bloque de CREO cree que la lucha es de gigantes: me imagino que los grupos grandes y algunos que son constantes usuarios de las cortes están más preocupados. A uno –con tres diputados– en el margen, nos tocará darle el visto bueno a los candidatos que ya llevan 80 votos.
En 2020, la Corte de Constitucionalidad (CC) ordenó a los diputados excluir a los candidatos señalados por el MP y a que cada congresista razone su voto a viva voz. César Fión, diputado de la UNE: era un mecanismo inviable. El Congreso tiene un sistema: una persona se postula, dan su nombre y todos votamos. Con este sistema, en 12 horas efectivas de trabajo lo hacemos.
Este diputado, integrante de la facción opositora a Sandra Torres, añade: Es necesario el juego parlamentario, las alianzas entre bloques, porque ninguno tiene 81, no hay aplanadoras y no se puede dar por sentado que ya está la elección.
Para los diputados será un reto evaluar los 338 expedientes para Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, porque el tiempo es limitado.
El diputado Álvarez de CREO apunta a reformas: No podemos cambiar la corte por montón, urge hacer cambios por mitades, para tener un mejor escrutinio de quién es quién. Y el diputado Rodrigo Pellecer, del partido Elefante, va más allá: No corresponde que uno organismo político nombre a magistrados que posteriormente podrían juzgarlos por algún ilícito que se cometa.
Los cabildeos internos y externos empezaron; algunos diputados se han reunido con candidatos y operadores permanentes del sistema.