Walter Amador es un cartagenero de 27 años que en agosto pasado dejó Cartagena de Indias, Colombia, para cruzar las fronteras y llegar a Estados Unidos.
Hace 20 días la policía de México lo capturó y estuvo detenido 15 días. Él sospecha que fue víctima de engaño:
Los engaños son en México, los taxis o combis tienen trato con la policía y los entregan, así me entregaron a mí.
Desde Tapachula, México, habla con este reportero vía el messenger de Facebook a donde se conecta con un teléfono prestado. A este migrante no lo retornaran a El Ceibo, Petén, como ocurrió con otros:
Ellos cuando estás en la prisión te ponen dos opciones: pides ser refugiado o un retorno a tu país.
Ahora esperará a ver si le autorizan permanecer en México, de lo contrario será deportado a Colombia.
Lo más difícil fue haber cruzado la selva del Darien– el lugar del que habla está en Panamá y es considerado la ruta de la muerte de migrantes.
Ahora que fue capturado su calvario es: “me llevaron a un refugio, pero está hacinado y solo tengo un permiso de salida y si vuelvo a llegar ya no puedo salir más y ahorita estoy en el Parque Bicentenario -Tapachula-.
Transferencias bancarias
Este muchacho viajó bajo una nueva modalidad, cada vez más frecuente: llevar paco dinero en el bolsillo y el resto lo controla de forma virtual. Una modalidad cada vez más frecuente que aplican más indocumentados:
A los haitianos y a los cubanos les depositan dinero, los sacan y continúan su viaje. Algunos pagan coyote para moverse más rápido.
Él también recibía depósitos de sus familiares en EE. UU:
Lo envían a través de la Western Union, que es la más concurrida, ¿y cómo lo cobras? Ellos me envían en la ciudad que esté una cantidad que esté y yo ahí lo saco, pero me lo han envidado a nombre de otras personas porque extravié mi documento, entonces otra persona me hace el favor.
Optó por esta forma de manejo de dinero porque sabe que hay asaltos y engaños:
Ahí en Guatemala como dije que no era haitiano, que era colombiano y que tenía una mala situación me pidieron US$ 50 -los coyotes-pero a los demás les cobraban US$150, US$200 o US$300 dependiendo tu situación y solo te llevan de un punto a otro, de una ciudad a otra.
Vulnerables
Andrés Toribio, director de la casa del Migrante en El Ceibo, Petén había notado esta forma de viaje de los migrante:
Siempre van, sacan su dinerito y van avanzando. Y menciona:
Lo que les recomendamos es que busquen al personal de la Cruz Roja para sacar su dinero para evitar que sean victimas de estafa. Que les envíen unos US$1 mil dólares, eso llama la atención a los delincuentes, entonces si les mandan por pocos ya no hay tanto riesgo.
Un coyote a quien identificaremos como Zea, ve las transferencias desde dos perspectiva: por un lado dejan rastro para cualquier investigación y por otro, es un arma para las bandas criminales:
No es recomendable por los secuestros, porque alguien se puede percatar de que están sacando dinero constantemente y puede haber secuestros, o extorsiones a los familiares.
Este coyote señala que el indocumentado es vulnerable a todo:
Hasta los policías te secuestran, pegan o te amenazan con regresarte a tu país.
La casa del migrante en Petén alberga a 20 personas que viajaban hacia Estados Unidos, que como Amador:
“Mi motivación principal es económica y reunirme con mi familia en Estados Unidos, salí por el impulso de querer una vida mejor, trabajar y ganar bastantes dólares”.
Este migrante estudiaba Historia en Cartagena de Indias, pero empezó a tener problemas con las drogas y debió dejar la universidad.