Durante la crisis de la pandemia del Covid-19 muchos guatemaltecos debieron reinventarse para ganar un poco de dinero, pues perdieron sus trabajos y emprendieron o cambiaron de negocio. Los pandilleros perdieron cuando vieron que los buses de transporte colectivo dejaron de circular, pero de inmediato se fijaron en la oportunidad: los usuarios de taxis incrementaron. Entonces incursionaron con fuerza en el negocio con carros propios y también tomaron control de ciertas estaciones. No permiten que quien no paga cuota, cargue o descargues pasajeros en “su ruta”.
Un taxista con 15 años en el negocio en la ruta de la zona 21, quien declinó identificarse, relata:
“Lo que pasa ahora es que los mareros se apropiaron de las paradas de los buses: hacen grupos de taxistas piratas y rotulados y, solo ellos pueden trabajar. Yo ando con mi taxi rotulado y me regañan a mí y a los usuarios, porque solo quieren que usen sus taxis a los que extorsionan.
En su desesperación por llevar sustento a su familia, este hombre de 39 años accedió a entrar a un grupo controlado por los pandilleros:
Para que entrés al grupo te piden Q1 mil y a la semana tenés que dar Q100 y eso lo hacen desde la cárcel: a través de una video llamada los reclusos de te dicen que te van a cuidar, que solo tenés que pagar la cuota.
Cuota de entrada y mensual
Humberto Morales, otro hombre de 29 años que perdió su trabajo en la pandemia, debió incursionar en el transporte de pasajeros en su moto, pero se topó con el mismo inconveniente:
Estuve trabajando cerca de la Torre del Reformador a través de un conocido. Los primeros días me aceptaron, pero después ya no quisieron que llegara, son grupos muy cerrados y no permiten que nadie más entre a trabajar. En algún momento pensé en decirles “la calle es libre”, pero es gente que no es cordial.
En este sector también se cobra derecho de calle:
“De entrada me dijeron que había cuota de ingreso y mensual ¿de cuánto era? Q100 de entrada y Q400 mensuales y así literalmente se pone a trabajar para mantener a otra persona.
Líder de la mara 18 con flota de taxis
El Ministerio Público (MP) conoce estos casos, la Fiscalía Contra las Extorciones ha recibido este tipo de denuncias y siguen a ciertos grupos señala el fiscal Edgar Morales:
En el caso del Barrio 18, los mismos pandilleros son propietarios de taxis y son manejados por la propia estructura y se estacionan por la Plaza Barrios y por la Tipografia Nacional -zona 1- son propiedad estos grupos y no permiten que otros bajen pasaje o que suban en esa área.
No obstante el investigador señala que no todos los casos son pandilleros, pero si grupos de taxistas que controlan el territorio:
No solo sucede con taxistas, ellos también logran identificar cuando son Uber y suele haber problemas.
Uno de los pandilleros que participa en el negocio de los taxis es el líder de la rueda o cúpula del Barrio 18, afirma el fiscal:
Se tiene conocimiento que El Lobo tiene una flotilla de taxis junto con el Jocker, en la Plaza Barrios y ese dinero va a dar a los centros carcelarios y el financiamiento de la pandilla. Hago el comentario que se tienen identificado por las denuncias y por eso deducimos que es el punto de operación.
El fiscal refiere que, en audiencia, Aldo Duppie Ochoa apodado El Lobo mencionó que recibe de “ganancia” Q40 mil semanales de todos los ilícitos cometidos. Otra parte se distribuye entre la estructura.