Fábrica de Sonrisas: el legado de una mujer que inspira la vida de muchas personas.
Linda María de los Ángeles Valenzuela Quevedo es su nombre, tiene 35 años y es una administradora de empresas, con maestría en Liderazgo y Couching. Actualmente desarrolla un programa de Educación para la Paz en Fundación Novella. Oscar Cabrera, un mercadólogo y publicista de 29 años recuerda así el momento cuando conoció a  Linda  hace […]
Publicado el 21 Mar 2019

Fábrica de Sonrisas: el legado de una mujer que inspira la vida de muchas personas.

Linda María de los Ángeles Valenzuela Quevedo es su nombre, tiene 35 años y es una administradora de empresas, con maestría en Liderazgo y Couching. Actualmente desarrolla un programa de Educación para la Paz en Fundación Novella.

Oscar Cabrera, un mercadólogo y publicista de 29 años recuerda así el momento cuando conoció a  Linda  hace 10 años:

Mi primera impresión fue: Esta chava no pasa desapercibida porque su forma de ser es muy amigable, es incluyente, siempre trata de ayudarte y, siempre anda molestando. ¡Te la pasas bien con ella!

Linda Valenzuela co-fundadora de Fábrica de Sonrisas Guatemala

La personalidad de Linda irradia y siempre tiene una sonrisa para todos, de ahí la otra faceta de su vida: es una de las cofundadoras de la organización Fábrica de Sonrisas un proyecto que nació en Guatemala hace 10 años. Linda, quien dentro de la organización es conocida como Payas-hada, nos relata:

Nosotros tenemos un grupo de teatro en la Universidad del Itsmo, estábamos haciendo obras de teatro, luego nos involucramos con profesionales de otras universidades y nos dimos cuenta que sería bonito hacer comedia en los lugares en donde más se necesitaba. Y en esa búsqueda da de querer llevar sonrisas y alegrías, encontramos que existía la “risoterapia y el payasohospitalario” y que ya se desarrollaba en sudamerica y en Estados Unidos con el Dr. Patch Adams.  Y dijimos: ¡esto es lo que queremos hacer, llevar alegría, es ayudar a las personas desde su espíritu.

Durante 10 años ha llevado alegría a hospitales, orfanatos y otros centros similares en los que el afecto es necesario. El impulso de la iniciativa maduró poco a poco, nos dice, al darse cuenta de que era necesario profesionalizarse en aspectos de salud mental y otros, algo que compartieron con otras organizaciones. Cabrera, su amigo, dice que esta parte le ha generado una de las mayores satisfacciones de haber trabajado con Linda.

Fábrica de Sonrisas en palabras de Cabrera, se describe así:

Es un estilo de vida: ir a las visitas de cambia el mundo, yo vivía en mi burbuja; entonces tomás consciencia de que hay gente que la está pasando peor que vos.

Fundadores Fábrica de Sonrisas

Linda, tiene sus propias satisfacciones y momentos que atesora en este proyecto:

Recuerdo mucho que estábamos en Unidad de Oncología Pediátrica (Unop), niños con Cáncer. Hay un área donde están los niños desahuciados; y recuerdo que una mamá nos salió a buscar y nos pidió que fuéramos donde estaba su hijo y que estuviéramos en los últimos momentos de vida que él iba a tener porque ella quería que los últimos minutos fueran sonrisas, colores, algo hermoso y unos minutos después el niño falleció, entonces esas cosas a uno lo marcan mucho y siento que la gente no logra comprender el valor de una sonrisa y de ser payaso.

En estos 10 años la organización ha tenido 15 mil voluntarios de los cuales actualmente están activos unos 500, lo que no deja de ser un legado del trabajo de Linda y del resto de colaboradores.

Henry Bin

Periodista

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