El cuestionado servicio de grabación, totalización, validación y cómputo de resultados de las elecciones contratado por Q7.6 millones por las Juntas Electorales del Departamento de Guatemala y Distrito Central, se puso a prueba el fin de semana y el resultado fue: fallo total, a tal punto de que hubo una orden para que los digitadores suspendieran su uso, pues el sistema se mostró deficiente.
Un colaborador de la Junta Central, quien declina identificarse, cuenta:
“Al filo de la media noche se nos dijo que ya no íbamos a ingresar los datos en el sistema; no éramos el único centro que tenía ese problema, fue generalizado. Entonces se metió toda la información al programa del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y las actas y la documentación se llevó a las Circunscripciones Electorales, pero el sistema no se terminó de usar”.
Los inconvenientes arrancaron cuando se encendieron las computadoras y vino una falla tras otra:
Cuando se cerró el centro de votación y se hicieron las actas, se tenían que pasar por el nuevo sistema que adquirieron las juntas electorales. Ponerlo en marcha fue muy cansado: los primeros síntomas que dio fue que no cuadraban, hacía unas operaciones raras, creo que hizo falta entrenar a la gente que estaba manejando el sistema. No lograba avanzarse, con los primeros tardaron casi una hora para procesar los datos de una persona, cuando medio empezó a trabajar fue un promedio de 40 y 45 minutos por votante. En nuestro centro teníamos 20 mesas, para procesar se tardaría unas 13 horas. Empezamos a hablar con la gente del Distrito Central, para hacerles ver el problema, nos mandaron un técnico y solo dijo que el sistema funcionaba, lento pero funcionaba.
ConCriterio llamó y escribió a José Francisco Maura, presidente de la Junta Electoral Central, pero solo dio lectura a los mensajes. También se contactó a José Córdova, secretario, pero tampoco respondió. Se solicitó la postura del TSE, pero acá también hubo silencio.
La Junta Electoral de Guatemala pagó Q5.4 millones y la Central Q2.1 millones, para un total de Q7. 6 millones. Otra deferencia que presentó, según quienes estaban a cargo de procesar los datos fue que no estaba habilitado para todas las casillas que tenía el acta, por ejemplo, tuvieron alguno inconvenientes para digitar en el sistema los votos no válidos.
César Romano, fiscal de la Unidad Nacional de Esperanza (UNE): Nosotros tenemos conocimiento de que, en Villa Nueva, la gente terminó de digitar las mesas hasta hoy (lunes) por la mañana. El tiempo nos dio la razón de que era un gasto innecesario, quizá el único objetivo era beneficiar a alguien porque, si se dieron cuenta los datos a nivel nacional, los más lentos fueron los de la ciudad y el departamento de Guatemala, donde se concentraban más de 5 mil mesas,. en proceso anteriores el traslado de información siempre fue el revés.
Juan Gerardo Guerrero, fiscal de Semilla: El hecho de tener ese sistema y duplicar esfuerzos fue atrasando los resultados y por eso entre el 60% se quedó estancado y fue porque no ingresaban los datos del departamento de Guatemala, y fue por ese doble esfuerzo.
Tanto el fiscal de la UNE, como de Semilla, dicen que presionarán para obtener respuesta. Guerrero: creo que va a tener la empresa y las Juntas, por las fallas y por el gasto innecesario, cuál era la razón de seguir insistiendo, más allá de esa sombra de que había dinero de por medio.
Irma Palencia, presidenta del TSE dijo previo a las elecciones que el departamento jurídico analizaba los contratos, pero no se volvió a pronunciar sobre el tema.