Una vez más la Contraloría General de Cuentas (CGC) juega un papel importante para la protección de acciones opacas y cuestionables en la administración pública. Esta vez parece colaborar de manera sutil para que se pueda consolidar la adquisición de Galletas Nutritivas por valor de Q14 millones efectuada por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).
El martes pasado, ElPeriódico publicó que el ente contralor recomendó anular el proceso de compra, pero es necesario desmenuzar los puntos, pues las acciones pretenden hacer ver que se toman “decisiones transparentes”, aunque están sujetas a muchas dudas:
- Raúl Romero, Ministro de Desarrollo anunció el martes en el Congreso que el Fondo de Desarrollo (FODES) “decidió improbar el proceso y enviarlo de vuelta a la Junta Calificadora, para que, con base a las recomendaciones de la Contraloría de Cuentas, haga revisión del proceso e indique qué corresponde. Y con esto damos cumplimiento a la transparencia”.
- El mismo martes en el evento en Guatecompras el FODES publicó una resolución de “improbación de adjudicación” pero se improbó por un solo punto: porque se consignó que el plazo para recibir ofertas fue de 30 minutos, aunque el documento dice que el tiempo de entrega de ofertas era de 15:45 a 16:45 horas.
- El punto más cuestionable es: ¿por qué si la Contraloría recomendó anular el evento, el MIDES solo lo retrotrae? ¿acaso no tienen vinculación las resoluciones del ente contralor?
El artículo 20, literal J de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas establece que las recomendaciones del Subcontralor de Gasto Público son de cumplimiento obligatorio.
Y justamente ese párrafo es el escudo de las autoridades del MIDES para no botar el evento. La recomendación, de acuerdo con el subcontralor José Alberto Ramírez, la hizo un auditor, no él:
¿Usted como subcontralor fue quien emitió la resolución de anular el proceso? No, fue el equipo de auditoría. ¿y no piensa emitirlo? …yo lo llamo en 15 minutos. Ahí terminó la comunicación.
Se deduce que es por esa razón que el MIDES solo retrotrae el proceso y considera que no debe anularlo. ConCriterio llamó al ministro y a Allan Barrientos, titular interino del FODES, pero no respondieron.
Carlos Barreda, diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza, bloque que fiscaliza la compra de galletas, señala que independientemente de quién emita los reparos y aunque lo haga un auditor el MIDES debe acatarse y anularse, y comenta:
Además, el tema viene desde que no está en el Plan Operativo Anual, no hay metas resultados, no producto de ninguna entidad como Salud, Educación.
Antecedentes de la Contraloría
En junio 2019 Cesar Elías, el ex subcontralor de calidad del gastó, anuló la compra de los aviones Pampa III que el Ministerio de Defensa en época del expresidente Jimmy Morales, pretendía comprar a Argentina por US$28 millones.
Ese año en una entrevista con Emisoras Unidas, el exfuncionario explicó el procedimiento: primero trasladó los informes a Asuntos Jurídicos donde se hizo el primer análisis, posteriormente él y su equipo de abogado plantearon su propio análisis:
Yo les comenté lo que pensaba y les pregunté si estaban de acuerdo con mi criterio y todo dijeron que sí, que no era procedente la adquisición de esas dos aeronaves.
Cinco días después Elías fue separado del cargo y en esa entrevista atribuyó su salida de la Contraloría a la anulación de la compra de los aviones.
La Contraloría se ha convertido en una institución cuyas resoluciones parecen apegarse más a intereses políticos.
En agosto pasado, ConCriterio reportó que dos asesores de la entidad fueron capturados por cobro de sobornos, estos abogados fueron quienes firmaron denuncias contra Thelma Aldana para evitar que extendieran finiquito y Carlos Contreras, para quitarle la presidencia del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
Otra denuncia fue la de Lucrecia Hernández Mack, exministra de Salud y diputada del bloque Semilla, en este caso al igual que las galletas la denuncia salió del equipo de auditores, solo que en este caso se intentó abrir proceso penal.