Era noviembre de 2020 y la voz de Guillermo Castillo, vicepresidente de la República, hacía eco en la Casa Presidencial, cuando hizo la siguiente solicitud al presidente Alejandro Giammattei:
“Quiero dejar muy claro el planteamiento que le he hecho al presidente: por el bien del país que presentemos ambos nuestra renuncia como presidente y vicepresidente”.
Aquel año, Castillo también planteó a los diputados: “elegir cortes a la brevedad”, al referirse a la Corte Suprema de Justicia y de apelaciones, y en febrero 2021, a través de su cuenta de Twitter, solicitó a Giammattei, transparencia en la designación deL magistrado representante del Ejecutivo a la Corte de Constitucionalidad (CC).
A partir de entonces, las apariciones públicas de Castillo y sus comentarios en redes sociales fueron a menos. Hoy hay memes, mofas y cuestionamientos en redes, y la gran pregunta es: ¿dónde está el vicepresidente?
Desde pasado viernes hasta ayer por la noche, Castillo asumió como presidente en funciones, por mandato Constitucional, debido al viaje a Ucrania del presidente. Mediante acta en el aeropuerto, Giammattei, le transfirió la presidencia de manera temporal.
Este reportero habló con Castillo y le consultó:
¿qué acciones tomó como presidente? Lo que pasa es que la presidencia tiene actividades que solo realiza el presidente, pero la vicepresidencia y pasa solo en Guatemala, tiene un mandato constitucional y por leyes ordinarias, donde se le delegan mecanismos de coordinación y tiene más funciones sustantivas que la presidencia. De hecho estoy saliendo de presidir el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria (CONASAN) donde se aprobó un presupuesto para 2023 de Q9 millardos para atender el tema de desnutrición.
Hay quienes ven tres transiciones del vicepresidente: opositor, hombre invisible y ahora ¿villano?
Rafel Espada, exvicepresidente del gobierno de la UNE comenta:
Yo creo que sí. El debería de pronunciarse porque entonces uno dice ¿qué es lo que hace? A mí me da curiosidad qué está haciendo y él tiene que rendir cuentas ¿qué leyes ha propuesto? ¿qué planes tiene?
Castillo, reacciona y dice que no es el villano:
No soy yo el que está tomando decisiones que puedan incomodar a la población, no soy yo el que nombra funcionarios; entonces ¿Por qué tengo que ser yo el purgado o quien salga afectado? Yo estoy haciendo mi trabajo con transparencia.
Y agrega:
Si las personas piensan que el trabajo del vicepresidente se va a reflejar cada vez que se ponga a discutir con el presidente, están equivocados; yo no puedo estar peleando con el presidente todo el día, tengo un mandato constitucional que es a lo que me estoy dedicando. Si hay temas de probidad, para eso está la Contraloría de Cuentas, o si son de investigación el Ministerio Público.
El exvicepresidente Espada, afirma que ser vicepresidente no es fácil:
Yo tenía que guardar mi madurez y entender que yo no era el número 1. Es el papel más difícil del gobierno, porque tiene que trabajar mucho, acoplarse al presidente y no tiene que opacarlo; criticarlo en el momento, pero crítica interna, no nos peleábamos como placeras en la calle.
El exmandatario considera que Castillo, puede convertirse en el vicepresidente más invisible de la historia de Guatemala:
Ha sido muy invisible. Pero mi apreciación es como la de cualquiera: que no aparece y no sabemos dónde está.
En su favor el vicepresidente Castillo, argumenta:
Los invito a que le den una mirada a nuestras redes; a nosotros no nos cubren los canales de gobierno, no nos dan cobertura a las actividades
– ¿por qué no los cubren los canales oficiales?: Ni idea.
El vicepresidente Castillo, devenga un salario de Q119 mil, asegura que no recibe viáticos y que los gastos a sus giras departamentales corren por su cuenta.