A esta hora cuando la mañana apenas empieza, la incertidumbre habita en 18 mil 590 hogares de Guatemala: esa es la estadística de hombres, mujeres y niños que de la noche a la mañana desaparecieron y no hay rastro de su paradero. Solo el sueño aleja a sus familiares de la pregunta: ¿dónde están? Al despertar siguen una búsqueda incansable.
Sara Poroj ha cargado durante 38 años el dolor de la desaparición de su esposo Jorge Granados, un panificador que tenía 25 años cuando ya no se supo de él, junto con su esposa tenían tres hijos el mayor de 6 años y el menor de 2.
¡Nunca más se supo el paradero de él!
Los 18 mil 590 desaparecidos de los últimos 10 años se cuentan así:
∙ Niños: 5 mil 139
∙ Mujeres: 5 mil 391
∙ Hombres: 8 mil 60
Algo en esos datos llama la atención: para la búsqueda de mujeres y niños se han creados los mecanismos Alba Keneth e Isabel Claudina, pero ¿quién busca a los hombres? ¿por qué no hay un canal especializado?
Sandra Morán, exdiputada del Congreso, quien en 2019 presentó una iniciativa de ley para búsqueda de personas desaparecidas:
Las mujeres nos organizamos porque hemos sufrido discriminación, opresión y violencia y en la cruda realidad -no todos- pero muchos son los hechores de la violencia que sufren las mujeres. Los que se organizan son los oprimidos.
Eda Robledo, jefa de la Unidad de Enlace Mujer del Ministerio Público, encargada de la búsqueda de mujeres, señala que las mujeres y los niños son grupos vulnerables. Aunque son los hombres con la estadística más amplia de desaparecidos.
Hay que comprender los fenómenos de desaparición, en el caso de las mujeres está vinculada a violencia de género; en el caso de niñez también pudiese estar vinculado a violencia de género; con los hombres que desaparecen, se debe actuar con toda la diligencia como cualquier persona.
La iniciativa de ley presentada por Morán pretende la inclusión y que el Estado se responsabilice por encontrar a quienes desaparecen en Guatemala. La señora Sara Poroj llevó esa búsqueda al margen de las autoridades:
“Inició mi lucha en búsqueda en hospitales, en morgues, cementerios; pero lamentablemente nunca apareció, ni vivo ni muerto”
La funcionaria del MP señala que el 50% de mujeres desaparece por violencia y 14% por vinculación a delito, el resto por otras causas como migración o trabajo:
Cuando una mujer desaparece, se inician de inmediato las diligencias de investigación -porque la ley lo establece- y cada institución tiene su protocolo de intervención.
La fiscal señala que han tenido éxito en 9 de cada diez casos de estas desapariciones. Una de cada 5 mujeres aparecen muertas.
Las redes sociales han sido un importante apoyo: ciertos proveedores de servicio pueden brindar información de la actividad que ellas tuvieron.
La iniciativa presentada en 2019 no solo pretende buscar a todos los desaparecidos indistintamente del género o sector, señala Morán:
El otro punto es caracterizar de la desaparición: tenemos la desaparición forzada, pero hoy la tenemos por desastres naturales, por migración, voluntaria y desaparición por narcotráfico o violencia. Entonces hay muchas que no están contempladas.
La indiferencia por los desaparecidos no solo es en Guatemala, en 2021 Radio Ambulante, el sitio podcast de EE.UU. que cuenta historias de Latinoamérica, presentó: “Las Madres del Desierto”, que cuenta la historia de una mamá que ante la ausencia el Estado mexicano en la búsqueda de su hijo, agarró su pala y fue a buscarlo al desierto.
“Al ver que a ellos no les importaba, el amor por mi hijo me motivo a hacer todo. El día que él no apareció, adopté a todos los desaparecidos”.
Hoy el movimiento suma 800 madres que salen todos los días a las calles de Sonora, en busca de sus hijos.