Sergio González es ingeniero civil, tiene45 años, y todos los días viaja a su oficina en la zona 10 capitalina. Su trayecto comienza a las 6 horas cuando sale de su casa en Ciudad de Plata, zona 7 capitalina, pero la faena empieza cuando después de salir del atolladero del Anillo Periférico, debe incorporarse al carril reversible de la calzada Roosevelt. Antes de incorporarse en esa vía, escucha bocinazos, insultos entre automovilistas, en ocasiones choques o controversias que llegan a los golpes. La razón: la insistencia de otros automovilistas por no hacer la fila y querer incorporarse antes de que se inhabilite esa vía a las 08:30.
«No te dan la vía y de alguna manera tienen razón, porque ellos vienen haciendo cola desde antes y pareciera que uno se quiere meter solo así, pero si por allí vivo, ¿qué puedo hacer? El problema y lo que sí da cólera son los que se quieren meter a la fila ya llegando al Trébol, es gente que se levanta tarde, que van tarde a su trabajo y no quieren hacer la fila para meterse al reversible y uno por qué sí».
En otros países como España, los vehículos pueden circular a 80 kilómetros por hora en los carriles reversibles. En Guatemala la carga vehicular es tan alta que no se puede recorrer por estas vías exclusivas a más de 40 kilómetros por hora, según la Policía Municipal de Tránsito (PMT).
Un estudio del Centro de Estudios Urbanos y Regionales( CEUR) efectuado a finales de 2021 refiere que son al menos 2 millones de automóviles que circulan por la capital a diario. También estiman que en el municipio de Guatemala residen 1.8 millones de personas y por día se estima que ingresan y salen 1.7 millones de personas que trabajan o estudian en el área.
El urbanista del Ceur Rafael Valladares dice que los carriles reversibles no son más que una medida paliativa temporal para salir de la crisis de movilidad insostenible ante el creciente número de habitantes.
«La única salida es la inversión en infraestructura vial, todavía hay condiciones para hacerlo. Es urgente la implementación de un transporte público eficiente en el que se incorporen buses, que sea independiente de los vehículos del flujo vehicular como el Transmetro, pero que cubra todos los sectores y sea ágil».
Los horarios de mayor movilidad vehicular en la capital se han extendido. Por la mañana es de 6 a 9.30 horas, mientras que por la tarde es de 16.30 a 19 horas, razón por la cual se habilitan 27 carriles reversibles, algunos conectan con otros municipios como Mixco y Villa Nueva.
El intendente de tránsito de la PMT, Amílcar Montejo, asegura que por la mañana del carril reversible de la calzada Roosevelt se desfogan unos 7 mil vehículos en tres horas y la misma cantidad durante la noche. Sin embargo, no se habilitan más tiempo porque un atraso de 5 o 10 minutos en desactivar esas vías, representa 45 minutos más con automóviles dentro de la vía contraria.
«De los 27 carriles reversibles se tiene un promedio de 10 choques al mes. Esto tiene que ver con la actitud de conductores de querer meterse hacia los carriles reversibles donde los usuarios han hecho su cola, eso ha suscitado peleas entre los conductores. Otro de los problemas más graves es que los motoristas se meten entre la señalización del carril reversible y la vía contraria y eso ha dejado el saldo de varios heridos».
Roger Escalante, gerente general de la Empresa Mixqueña de Tránsito (Emixtra) reporta la misma situación sin embargo, afirma que el escaso personal que tienen no les permite controlar las imprudencias de motoristas y automovilistas.