La inflación es un fenómeno económico que va en escalada mundialmente y poco a poco rompe la economía de los guatemaltecos, quienes comienzan a sustituir marcas para encontrar productos más baratos, especialmente de alimentos y reducir la cantidad que normalmente consumían.
La subida de precios en los principales productos de supermercado como los cereales, la leche, el jabón y las bebidas carbonatadas acorralan a los consumidores.
Judith Morales es un ama de casa y ha debido sustituir productos para reducir costos:
«El envase de tres litros de agua gaseosa o jumbo de las marcas comerciales en los supermercados nos cuesta Q15, en otros supermercados más cómodos cuestan Q13; pero si compro de otra marca menos conocida gastamos entre Q8 o Q7, lo malo es que el sabor no nos gusta, pero tenemos que reducir gastos. Ahora, si compramos en una abarrotería lo venden hasta en Q16».
El Instituto Nacional de Estadística (INE) refiere que en junio de 2021 el costo de la canasta básica alimentaria era de Q2 mil 999, mientras que en junio de este año es de Q3 mil 234, una diferencia de Q235.
Aunque parece una percepción, un informe de la Fundación Libertad y Desarrollo efectuado a principios de este mes, refiere que “hay señales que sugieren que el consumo también está menguando”, lo cual se asocia al incremento del precio del petróleo y la energía eléctrica. También revela que en los primeros cuatro meses del año, la recaudación del IVA doméstico, asociado directamente al consumo de las personas, registró el crecimiento más bajo de los últimos seis años, un 2% que está muy lejos del 14.9% que se registró en el 2021.
A pesar de esas cifras, el informe resalta que las remesas y las exportaciones, con un crecimiento de 20% en el primer trimestre, están en un buen momento y ayudan a ciertos sectores sociales a contrarrestar la crisis. En general, los principales productos de exportación gozan de buenos precios en los mercados internacionales: el café está 53% más alto que hace un año, artículos de vestuario 17% y aceites comestibles 43% y no sólo es efecto precio, ya que también se exporta mayor cantidad. Este fenómeno se debe a que otros países necesitan nuevas ofertas.
Un estudio de Worldpanel Division Kantar, una entidad que analiza e investiga fenómenos económicos devela otro lado de la moneda para el país. Vivian Gálvez, analista de esa entidad, nos dice que en Centroamérica, Guatemala es el país que más ha incrementado los precios de la mayoría de los productos.
«El consumo de productos alimenticios en Guatemala registró un 5% menos y el valor de gasto de la canasta básica es de 4% más . Esto quiere decir que como consumidores estamos pagando más, pero estamos consumiendo menos. Hay una racionalización del consumo y lo que se busca es que las cosas rindan más, en los alimentos las porciones pueden ser más pequeñas. En cosas de limpieza, el cloro lo empiezan a diluir en agua para que rinda más, en alimentos, si antes compraban tres litros de agua, ahora compran dos».
Entre los alimentos que según el estudio se consumen menos están el azúcar, aceite, galletas, cremas, arroz y embutidos. Las carnes de pollo, pescado y embutidos aumentaron un 13% en precios y la cesta de alimentos principales aumentó 6%.
«En la canasta de indulgencias que lleva gustitos como pasteles, galletas, harina y snacks se registró un aumento de 7%. En productos de higiene personal también hubo un aumento del 7%, aquí se incluyen desodorantes, jabones, champús pero el volumen de consumo solo cayó 2%. Esto quiere decir que con la nueva normalidad hay nuevos hábitos de higiene y aunque el precio aumente el consumidor está dispuesto a pagarlo, donde hay más sacrificio es en los alimentos».
A pesar de ese escenario el estudio revela que un 29% de las marcas prestigiosas se han visto en la necesidad de disminuir costos para impulsar la compra, especialmente en alimentos.