Joseph Biden, el presidente 46 de los Estados Unidos, es un antiguo conocido de Guatemala. Visitó en dos ocasiones el país como vicepresidente de los EE. UU., durante la presidencia de Barack Obama: la primera en marzo 2015, durante la administración de Otto Pérez; la segunda, el 14 de enero de 2016, día de la toma de posesión de Jimmy Morales.
“Es un momento muy difícil a nivel mundial sobre la migración que específicamente afecta a Centroamérica y queremos seguir trabajando para abordar este tema, pero la única forma de hacerlo es solidificando la economía, teniendo seguridad y que haya un mejor bienestar para que la gente no haga estos viajes”.
Su discurso en la reunión con Morales se centró en las migraciones, un tema fundamental en su agenda como Presidente, pero con un cambio de tono respecto a la administración Trump. En su plan de trabajo Biden señala “Trump ha insultado y hostigado a nuestros vecinos más cercanos” y propone eliminar de inmediato las políticas severas. Los primeros 100 días de su administración promete enviar al Congreso una iniciativa de ley para legalizar a 11 millones de personas y proteger otros programas migratorios. Stephen McFarland, Embajador de EE. UU en Guatemala entre 2008 y 2011, comenta que este punto es un reto para Biden ya que su victoria le da estrecho margen en el Senado:
Es un tema de largo plazo, afecta muchos intereses y deberá buscar apoyo de los dos partidos, pero habla bien de él que los esté considerando. El reto es decidirlo hacer con los que ya están, pero ¿qué se va hacer con los millones de personas que llegan todos los años? Ahí es donde entra el tema de la política con México y Centroamérica.
Los planes de Biden pueden ser la pesadilla para muchos en materia de combate a la corrupción. Su proyecto contempla:
- Crear una Comisión Regional Contra la Corrupción
- Aumentar la presencia de los agregados de los Departamentos de Justicia y Tesoro de los EE.UU. en sus embajadas en Centroamérica, con el propósito de: combatir mejor el crimen organizado y la actividad ilícita
- Crear una nueva oficina como parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro para investigar la corrupción en Centroamérica.
- Advierte: revocar las visas a los Estados Unidos y congelar los activos de personas corruptas.
Mcfarland señala que el gran problema del Centroamérica es la corrupción entonces:
Biden está interesado en la cooperación y si no la encuentra, lo más probable es entrar en una política de más sanciones selectivas, pero yo creo que hay posibilidades de llegar a un acuerdo, pero seguir ignorando el alcance de la corrupción no va a funcionar.
Mario Taracena, expresidente del Congreso cree que la llegada de Biden a la Casa Blanca supone un cambio para Guatemala y que su plan envía un mensaje: No sé cómo lo oigan los demás, pero yo sí entiendo bien los mensajes. Las condiciones con Biden van a ser diferentes, pero no podemos dejar que “los señores de Estados Unidos lo compongan”, tenemos que poner nosotros también.
Pero las acciones contra la corrupción del nuevo gobierno estadounidense ¿qué impacto pueden tener en país? Édgar Gutiérrez, excanciller:
El pacto de corruptos tiene dos bandos: un bando criminal a quienes poco les importa que les retiren visas o que los pongan en listados señalados de corruptos, porque viven de espaldas a ese mundo y otro grupo al que sí le importa por relaciones familiares o de negocios, entonces puede provocar cierto debilitamiento de esa alianza de corruptos y criminales.
En su plan, Biden, recalca: “Los desafíos que nos aguardan son enormes. Pero si existe la voluntad política, no hay razón para que Centroamérica no pueda convertirse en la próxima gran historia de éxito del hemisferio occidental “.
Para combatir la pobreza, la inseguridad y la prosperidad, Biden proyecta una inversión de US$4 millardos.
Lea el Plan de Biden para Centroamérica:
https://joebiden.com/es/el-plan-de-biden-para-fortalecer-la-seguridad-y-la-prosperidad-en-colaboracion-con-los-pueblos-de-centroamerica/
Foto de portada: Amnistía Internacional.