“En 2013, Aroldo Rigoberto Castillo, vecino de una aldea de Barillas, Huehuetenango, se ofreció a llevar a diez niños hacia Estados Unidos. Aprovechaba que las leyes norteamericanas facilitaban la acogida por familiares residentes allá. Las familias ofrecieron sus propiedades como pago de los US$15 mil que les costaría el viaje”.
Ese texto se incluye en el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2019-2020 en el capítulo sobre Los Cuchumatanes, en el cual hace referencia a que este territorio de Huehuetenango y los límites de Quiché, tienen alta incidencia migratoria y también del narcotráfico.
El comercio transfronterizo vinculado al contrabando a pequeña escala, según el reporte, “dejó de ser una mera estrategia de subsistencia y se convirtió en un mecanismo de acumulación que formaría la base de poderes emergentes (…) A partir de la experiencia del contrabando y traslado de migrantes se formaron grupos locales que se articularon con cárteles de la droga mexicanos en la conformación de grupos criminales como Los Huistas, asociados al cártel de Sinaloa, dedicados al tráfico de drogas. Y pese a esos fenómenos, Los Cuchumatanes, es un territorio con muy bajo desarrollo humano.
Gustavo Cano, alcalde de Huehuetenango, Huehuetenango:
Huehuetenango es un departamento donde todo queda lejos: la educación, la salud, las oportunidades; hay una tarea grande para acercar esas cosas, somos de los pueblos más felices, pero en desarrollo humano nos falta mucho que hacer.
El territorio se considera especial por la diversificación en pisos ecológicos y zonas de vida; la constitución de unas cuencas que dotan a Los Cuchumatanes de una rica producción hidrológica; y el hecho de que se trata de un lugar con vocación forestal obliga a contar con diferentes fuentes de recursos agrícolas y comerciales para la subsistencia de las comunidades. El terreno propio, para las oportunidades ese es un reto, señala Cano:
Es cierto que hay tierras pero tanto en Huehuetenango y Quiché son forestales y ahí tenemos una dificultad, tenemos que apostar a otros procesos, El tema de servicios, porque el desarrollo industrial es complicado. El acceso a nuestros territorios es difícil: no es fácil. Si ingresar es difícil, salir también.
Los Cuchumatanes tiene una extensión de 5 mil 449 km2, una población de 632 mil 714 habitantes de los cuales 19% son urbanos y 81% rurales.
Las cuatro principales ocupaciones son:
- Agricultores y trabajadores calificados agropecuarios
- Peones
- Vendedores
- Profesores
Las tres principales ramas de actividad económica:
- Agricultura y ganadería
- Comercio
- Construcción
La pobreza en Huehuetenango es del 73.8% y en Quiché 74%. El informe describe: “En Latinoamérica, Huehuetenango es un espacio muy pobre de uno de los países más pobres del continente”: Guatemala.
En el tema educativo la desigualdad es clara: el 33.1% de la población no sabe leer ni escribir, a nivel nacional este porcentaje es de 19%. Esta situación es más grave cuando los indicadores se desglosan por etnia y por sexo. Charles Vásquez, profesor de diversificado en el colegio Americano de Huehuetenango:
“Es curioso que vienen, se forman tres años y regresan al azadón, en lo que encuentran un empleo o migran”.
El informe da cuenta que en 2018 fueron deportados vía aérea y terrestre 94 mil 482 guatemaltecos, de los cuales 18 mil 290 de Huehuetenango, el segundo departamento que más deportados recibió según el Instituto Guatemalteco de Migración, los que viajan son los más jóvenes entre 18-30 años.
En tema de salud también hay precariedad, algunos territorios presentaron las tasas de desnutrición aguda más elevadas en algunos casos 7 por cada 100 mil habitantes.
La presencia del narcotráfico se concentra en la zona fronteriza, pero es algo de lo que nadie quiere hablar.
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