Madrugaron para manifestar su inconformidad: los maestros de educación pública marcharon ayer desde la Plaza Obelisco hacia el Congreso de la República para rechazar la iniciativa de ley 5563, la cual propone una reforma a la ley de clases pasivas del Estado y toca las reglas de las pensiones de jubilados gubernamentales. 

Rolando Sandoval, un maestro de casi 35 años de edad, quien caminaba a paso apresurado rodeado de otros compañeros que lo incentivaron a hablar: 

“Venimos en rechazo de la ley 5563, que como magisterio nos afecta, porque como descuentan de nuestro salario, creemos que hay otras fuentes de donde se puede financiar y no únicamente de nuestro salario”

Las reformas fueron presentadas en 2019, pero fueron engavetadas y no fue sino hace tres semanas cuando Armando Castillo, diputado y presidenciable del partido Visión con Valores (VIVA), sugirió al pleno de diputados conocer estas reformas e incorporar el debate a la agenda legislativa. El solo anuncio provocó el rechazo de los maestros. 

La iniciativa propone aumentar el porcentaje que todos los trabajadores permanentes del Estado (renglón 011) entregan al fondo de pensiones. Quienes ganan de Q. 1.00 a Q.4 mil, según la ley, hoy aportan el 9% de su salario, la reforma lleva el incremento a 13%. A medida que aumenta el salario, aumenta el porcentaje 

La iniciativa 5563 establece paralelamente un aumento a todas las pensiones: el jubilado puede obtener una cuota mínima de Q8 mil mensuales.

Carlos Mencos, diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), es uno de los principales promotores de la reforma y califica las manifestaciones como innecesarias: 

“Yo creo que hay que buscar puntos intermedios, es el diálogo el que se necesita. Yo que tengo alguna experiencia en el sector público, diría que pueden encontrarse condiciones intermedias. No solo los maestros tendrían que hacer algún esfuerzo, sino todos los empleados que están bajo el renglón 011”.  

Los maestros no son los únicos que rechazan la iniciativa. Esta trabajadora de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), de 45 años, bajo este renglón, no desea ser identificada, pero da su opinión:

“El beneficio a largo plazo está bien, pero ahorita, en este momento, que nos descuenten más, sí es difícil. Porque nos descuentan lo que tiene destinado para algo más.” 

Los jubilados, en cambio, son quienes están satisfechos con los cambios propuestos pues implica un mayor ingreso durante su vejez. 

Carlos Arturo Rodas, maestro jubilado desde 1998, expresa lo siguiente:

“Los activos están devengando un sueldo de casi de Q7 mil y yo soy jubilado del Estado y tengo Q2 mil de jubilación. Entonces creo es justo, le quiten a quien le quiten”.

Rodas dice que su pensión no es suficiente para cubrir los gastos básicos que tiene, como el pago de agua y luz.

Después de llegar al Congreso, Joviel Acevedo, líder sindical del magisterio, se reunió a puerta cerrada durante tres horas con la presidenta del Legislativo, Shirley Rivera, y el diputado Javier Hernández. Los periodistas intentaron ingresar, pero les fue prohibido el paso y fueron amedrentados. 

Tiempo después lograron entrar a la reunión, pasados 5 minutos la dieron por finalizada,  así lo expuso la reportera parlamentaria del medio Guatevisión, Andrea Domínguez en sus redes sociales. Al salir, los actores expresaron haber acordado dejar en pausa dicha iniciativa.