En el plan de gobierno del presidenciable Edmond Mulet, una de las propuestas es “Salud moderna al servicio de la gente”, y como parte de ella se encuentra la entrega de medicamentos gratuitos.
“La salud es lo primero, por eso habrá medicinas gratuitas para todos los guatemaltecos. Hagamos lo correcto”, dice el candidato en un video publicado en sus redes sociales.
Esta propuesta consiste en que luego de acudir a una cita con el médico, este le receta una serie de medicamentos que ingresa a una aplicación, la cual debe crearse, genera un código QR con los que el paciente acude a cualquier farmacia y recibe el medicamento.
La farmacia emitirá una factura a nombre del Gobierno, que luego reembolsará el monto al establecimiento. Pero, ¿es viable el ofrecimiento?
De acuerdo con Julio Héctor Estrada, candidato a diputado por el partido Cabal, asesor del presidenciable y exministro de Finanzas de 2016 a 2018 durante el gobierno de Jimmy Morales, el programa tendría un costo de Q 1,200 millones, cálculo que realizaron con base en el costo que representa para el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) entregar medicamentos a sus beneficiarios. La idea es ampliarlo al 100% de la población.
El presupuesto 2023 del Ministerio de Salud es de Q 11,000 millones, por lo que, si se analiza con este monto, dicho programa representa el 10.9%.
Ricardo Barrientos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), opina que es válido que Cabal haga sus cálculos a partir de los datos del IGSS, pero sólo para hacer una aproximación del costo de la propuesta.
“Para convertirlo en una política de Estado se necesita hacer un análisis estadístico más amplio, se deben utilizar datos del Censo Nacional. También incorporar a la mesa de diálogo a distintas entidades para discutir su funcionamiento como: Instituto Nacional de Estadística, Ministerio de Salud, Ministerio de Finanzas, etc.”.
No todos los medicamentos serán gratis. Según la propuesta, es un listado de 100 medicamentos los que se estarían entregando gratuitamente. En este no se contemplan algunas enfermedades crónicas, como la artritis para la cual un paciente necesita con frecuencia tres medicamentos: prednisona, leflunomido e hidroxicloroquina. Dentro del listado solo se encuentra prednisona.
Esta propuesta requiere de una negociación entre farmacias privadas y el Estado. Pero, ¿qué viabilidad tiene realmente un acuerdo de este tipo?
Según Carlos Soto, quien dirigió la cartera de Salud de 2017 a 2020, durante el gobierno de Jimmy Morales, una negociación de este tipo es difícil debido a que podría no ser un negocio rentable para las farmacias:
“Esta es una propuesta populista, las farmacias difícilmente aceptarían negociar un acuerdo de este tipo”
Esto es algo en lo que Mercedes Letona, asesora de registros sanitarios del Ministerio de Salud, también concuerda.
“Las farmacias difícilmente aprobarían una negociación así, que implique hasta cierto punto una pérdida económica para ellos”
Por otro lado, Karin Slowing, analista en salud pública, comenta que esta es una buena propuesta para ayudar a los guatemaltecos y que el mecanismo es viable, pero la negociación será lo difícil:
“Deben de tener un mecanismo de compra regulado, de lo contrario las casas farmacéuticas e intermediarios establecerán precios que no beneficien al país”
Slowing también resalta que en el mercado farmacéutico en Guatemala hay muchos intermediarios, y que ellos podrían controlar los precios con el objetivo de beneficiarse del Estado.
Se intentó coordinar una entrevista con el Comité Gremial de Distribuidores de Productos Farmacéuticos -COGREFARMA- , la encargada de dicha entidad dentro de la Cámara de Comercio de Guatemala tomó los datos para confirmar la entrevista, pero no hubo respuesta de vuelta.