Mientras el presidente Alejandro Giammattei tiraba ayer la casa por la ventana en la Plaza de la Constitución para celebrar su cumpleaños 66 y la aprobación de la ley para la Protección de la Familia y la Vida; numerosas organizaciones sociales preparan una batalla constitucional para eliminar ese decreto.
La norma contiene cuatro aspectos con los cuales organizaciones de la sociedad civil ven retrocesos y violaciones a los derechos humanos.
- Incrementa las penas de cárcel en los casos de aborto: antes la pena mínima era de 3 años, con los cambios las condenas suman hasta 50 años para los responsables si la mujer muere en la práctica del aborto. La ley no contempló penas para el aborto terapéutico.
Así quedaron las penas:
María Eugenia Mijangos, expresidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), e impulsora de la paridad en el país, objeta:
Estamos viendo que en otros países como América del Sur en donde se legisla más acorde a la realidad, acá agravan las penas y se infunde miedo en los profesionales de la salud en cuanto a verse involucrados en un caso.
En 10 años el Ministerio Público (MP) reporta el procesamiento penal de 1 mil 508 mujeres sindicadas de aborto.
Mijangos, cree que esta ley viola compromisos internacionales en derechos de las mujeres.
La polémica ley normó la “Libertad de los padres en la educación sexual”:
- Ninguna institución educativa puede interferir en la educación de sus hijos en aspectos físicos, religiosos y sexuales, entre otros. Además,
- Prohíbe promover programas que “desvíen la identidad de género”.
Annaeliza Tobar, mamá de una chica transgénero de 14 años:
Como padres nos impacta porque es darnos cuenta cómo va cobrando vida el odio y se va institucionalizando. Es para atacar las libertades de las personas. Ya no solo es un pastor desde la plaza, sino desde el Estado se promueve la discriminación y el odio.
La exmagistrada Mijangos ve gravedad en que la educación sexual se elimine de las aulas:
En un país donde muchos padres carecen de esa educación sexual ¿cómo la vamos a erradicar del sistema educativo? No se entiende cuál es la motivación para algo que solo significa retroceso.
Juana Xocol, una ama de casa de 36 años en Sololá, madre de 4 hijos entre 8 y 16 años, opina sobre la educación sexual:
Debe ser una parte en la casa y otra en la escuela, se debería de hablar con los alumnos para que ellos entiendan a que se refiere la sexualidad, pero debe ser con los de 5° y 6° porque los pequeños a veces malinterpretan.
Gina Galeotti, de 48 años, auditora y mamá de chicos de 8, 16 y 25:
Yo soy católica y todo lo de la desviación de género no lo comparto; sin embargo, respeto. Tanto la sexualidad como la religión es en ambas vías, dentro y fuera del hogar. Las escuelas deben promoverlo, pero de la forma que uno espera como padre de familia, aunque eso dependerá del colegio que uno elija para sus hijos.
Los otros aspectos de la norma son: la “Institucionalidad del matrimonio entre hombre y mujer”
- Prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo
- Prohíbe la declaración de matrimonio hecho, entre personas del mismo sexo
Y en cuanto a “Libertad de conciencia y libertad de expresión”
- Da vía libre a las personas a no compartir conductas no heterosexuales
Y, acá Tobar, la mamá de la chica trans, ve cómo esta ley vulnera a su hija:
Fomentan la ignorancia, si alguien dice “aquel es hueco, está loco o está enfermo, van a decir lo podemos golpear”. Si a la gente no se le educa que la heterosexualidad es una variante de sexualidad humana y la homosexualidad otra, se genera división social.
Los colectivos señalan que tenían avanzadas algunas acciones que presentarán en los próximos días en la búsqueda de eliminar la ley.