Reacción en cadena
Conclusión de este despelote: el bebé bien -it´s a boy-, los motoristas siguen igual de locos y desenfrenados, los diputados cobraron marzo, y lo del NIT, pues veremos en qué queda.
Publicado el 28 Mar 2025

Si el amigo Oppenheimer hubiera tenido el referente de reacción en cadena de mitad de esta semana, hubiera construido antes su bomba atómica.

Primero fue la crisis del seguro obligatorio la que disparó la energía contenida de todos aquellos que están mejor en la ilegalidad de chocar y salir huyendo que en la de asumir su responsabilidad. Caliente todavía el asunto, surgió el affaire del baby shower, un gasto -al parecer menor- que los servicios de seguridad pagaron para celebrar a los abuelos presidenciales, pero tranquis que devolverán el dinero, dicen.

¡Huy no me di cuenta!, fue el resumen de la comparecencia ante diputados de VOS de la cúpula de la SAAS. Esperemos que se enteren mejor de otras cosas, porque de lo contrario vamos jodidos todos ustedes. Junto con lo del bebé -por eso de que los niños vienen con un pan debajo del brazo-, también salieron a relucir los enormes gastos en comida de casa presidencial -¡tragones ellos, que diría la plebe-, y la seguridad que prestan a ciertos funcionarios según el cuellazo que tienen ¡Otra mancha para el tigre!

Todavía caliente ese ambiente alegre que le hace perder puntos al gobierno y al presidente más rápido que la selección nacional de futbol, estalla -otra vez- lo del sueldo de los diputados. Las protestas llevan a que la mesa directiva del Congreso suspenda el acuerdo que le daba vida a tal alegrón económico, aunque un día antes, el 24, ya habían cobrado su salario de marzo. Y es que no hay nada como contar con saldo de caja y efectivo para pagar el sueldo siete (7) días antes de que termine el mes ¡Ya quisieran la mayoría de empresarios tener tal fluidez! Y es que un partido dijo que denunciaría los hechos, y planteó una moción privilegiada, apoyada por otros diputados. Así que, otro partido, viendo que se le iba la oportunidad de quedar bien “con el pueblo”, propuso no una, sino dos reformas legales. La mesa directiva, observando que la dejaban fuera del juego y la iban a culpa, suspendió administrativamente la norma. Da la sensación de que nadie es culpable. Teté aprobó la norma y subió los salarios, y ahora los diputados, dignos todos ellos, se lo bajan, en un acontecimiento sin precedentes por el bien del pueblo ¡Esa gente tiene una cara que no se la pisa porque va en carro oficial!

Suspendido el aumento, solo queda, por ahora, que el pleno del Congreso anule la disposición y veremos quienes se mantienen en sus trece y aquellos que votan a favor de anularlo. En todo caso hay que recordar que se aprobó por mayoría, y por la misma mayoría hay que sacarlo de la legislación, y señalar a los culpables, que los hubo.

Pero no crean que ahí terminan las cosas. Si el cuento de Blancanieves nos lo han hecho woke y cambiado, las protestas no lo son menos. Lo próximo, por cierto promovido por los 48 cantones, será anular eso de que el NIT y el DPI sean el mismo, para así evitar incorporar a la economía formal a todos los informales. Recuerden que fueron también los 48 cantones quienes se opusieron a que las facturas de más de Q2,500 fueran identificadas con nombre. Da la sensación de que dicen apoyar el desarrollo, la responsabilidad y otras cosas de esas que suenan bien, pero la formalidad y el pago de impuestos parecieran no estar entre sus prioridades.

Es posible que antes de la Semana Santa -SS, ¡qué abreviatura tan fea!- se convoquen protestas para que esa unión numérica no ocurra, y como solo hay que bloquear para que el ahora abuelo presidente de marcha atrás -como se ha comprobado-, ¡pues que quiere que le diga!

Conclusión de este despelote: el bebé bien –it´s a boy-, los motoristas siguen igual de locos y desenfrenados, los diputados cobraron marzo, y lo del NIT, pues veremos en qué queda. Todos felices y contentos en un país en el que ni en Tinder se hace mach, a pesar de ocupar el puesto número 24 en el ranking de felicidad. Tuve un amigo hace años que siempre decía: “de verdad no sé de qué se ríe la gente”

¡Vayamos a ver Blancanieves, y colaboremos a reducir el agujero financiero de Disney!

miradoprensa@gmail.com

Pedro Trujillo
Pedro Trujillo

Socio fundador de ConCriterio, S.A., empresa de generación de contenidos periodísticos. Profesor universitario y conductor de radio y TV

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Sobre Pedro Trujillo

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