Por estos días la Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso de la República discute las asignaciones presupuestarias 2022 de las entidades del Estado. Se tiene previsto emitir dictamen ente el 25 y 29 próximo.
Distintas entidades reclaman atención a las partidas asignadas al combate de la desnutrición en el país y orientar los recursos para atender la crisis que viven las comunidades.

Al 18 de septiembre de este año, el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SIINSAN) reportó 22 mil 417 casos de desnutrición aguda que equivalen a 10.9 % de incremento cuando se compara con 2020. Así mismo contaron 39 fallecidos. En tanto la prevalencia de la desnutrición crónica es de: 46.5%.

El proyecto asigna Q6.9 millardos: Q1.2 para el programa del ministerio de Salud y Q5.6 distribuidos en 12 instituciones que atienden el tema.

Jorge Pernillo, coordinador de la Escuela de Desnutrición de la Universidad Panamericana (UPANA), cree que las condiciones han empeorado y algunos factores son el aumento de la pobreza, la crisis económica de la pandemia y las tormentas ETA e IOTA, además de la falta de voluntad y capacidad de ejecución. Paradójicamente el entrevistado evalúa que de los últimos gobiernos, el gobierno de Otto Pérez mostró mayores esfuerzos.

Pernillo señala que el actual gobierno se ha enfocado en la alimentación escolar con un presupuesto de alrededor de Q1.8 millardos, pero aunque ayuda no es la solución:

Hay regresiones para atender las causas inmediatas de la desnutrición, año tras año hay recortes de presupuesto, solo este llevamos Q90 millones menos, para el clasificador 14, que atiende enfermedades prevalentes, monitoreo de crecimiento, para tratamiento y diagnóstico para la desnutrición aguda.

El clasificador 14 del que habla corresponde al programa de prevención de mortalidad de niñez y desnutrición crónica que en el presupuesto 2022, contempla Q1.2 millardos.

“En comparación con 2021 sería solo un aumento de Q200 millones y eso es insignificante para la dimensión del problema de desnutrición crónica”.

Datos desactualizados

Pernillo señala que el Gobierno debió de hacer la Encuesta de Salud Materno Infantil para conocer el estado real de la desnutrición crónica:

Ya Oxfan en 2018 evidenció que el corredor secó aumentó 7% la crónica, entonces esos Q200 millones son muy pocos.

En tanto, el Plan Operativo de Seguridad Alimentaria y Nutricional (POASAN) contempla Q5.6 millardos distribuidos entre 8 ministerios y 4 secretarías, que representan unos Q400 millones más que el presente año.

Andrea Aldana, defensora de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Oficina del Procurador Derechos Humanos, señala Guatemala debe empezar por invertir más en salud, pues actualmente solo destina 2% del Producto Interno Bruto (PIB) cuando deberían ser 6%. Y recrimina que cada año el presupuesto para combate a la desnutrición se modifica negativamente:

 Por ejemplo MAGA redujo presupuesto en el Programa de Agricultura Familiar; así mismo, en la actividad vinculada a la desnutrición crónica también hubo cambios y 0% de ejecución.

Y aquí otro punto: hay baja ejecución de estos recursos de los Q5.2 millardos asignados a las 12 instituciones, al 30 de septiembre se ejecutó Q3.6 millardos, y hay instituciones con menos del 50% de ejecución.

La funcionaria de la PDH señala a la Ley de Compras como un obstáculo:

Siempre es el tema de procesos de adjudicación, por ejemplo, cuesta mucho gestionar los concursos para comprar insumos y eso son las debilidades de la ejecución.

Las entidades con menos del 50% de ejecución son Agricultura, Economía, Trabajo y entre los que presentan mejor gasto el ministerio de Salud se ubica en la novena posición con 68%, en primer lugar, el ministerio de Educación con 79%.