La bancada Humanista presentó ante el Congreso de la República una iniciativa de ley para que el Ejecutivo retire a Guatemala del Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano: una propuesta de campaña de ese partido que en las pasadas elecciones optó por no postular candidatos a dicho organismo.
Anualmente el Estado de Guatemala traslada al Parlacen Q13 millones. En su iniciativa los Humanistas proponen que ese dinero se destine como incremento para el desayuno escolar.
La propuesta constas de 07 artículos, pero es en la exposición de motivos apelan a la Convención de Viena sobre el derecho de los Tratados en su artículo 56 como base para la separación, en el cual dice:
Un tratado que no contenga disposiciones sobre su terminación ni prevea la denuncia o el retiro de este, no podrá ser objeto de denuncia o de retiro a menos que el derecho de denuncia o de retiro pueda inferirse de la naturaleza del tratado.
Lecsan Mérida, jefe de bloque de la banda Humanista, lo dicen en palabras claras: No ha cumplido con la integración Centroamericana, hay otros organismos que son importantes como el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Así mismo se invoca el artículo 54 de la misma convención, en que se establece que se podrá terminar el tratado cuando:
“Por consentimiento de todas las partes después de consultar a los demás Estados contratantes”
Sobre este punto ya hay antecedentes: en 2009, Panamá, bajo la administración de Ricardo Martinelli, sancionó una ley que buscaba retirar a su país de este organismo. Sin embargo, la Corte Centroamericana de Justicia sentenció que no podía retirarse unilateralmente y además, no recibió el apoyo de los Estados miembros para quedar fuera por lo que debió reintegrarse.
Dorindo Cortez, diputado del Parlacen por la bancada de Panamá y expresidente del organismo en aquel año en que su país quería dejar el Parlacen, denunció en 2009 al Estado panameño ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por la presunta violación del tratado por parte de su país y comenta:
Yo no conozco cuál es el planteamiento en este caso, pero si sé cuál era el de Panamá y obedecía a un tema de promesa electoral de Martinelli, no había un planteamiento de fondo.
Paradójicamente el parlamentario cuenta lo que sucedió posteriormente:
“Con ese mismo entusiasmo -Martinelli- fue el presidente que más rápido se ha juramentaron en la historia del Parlacen”. Pero también lo hizo el pasado 14 de enero cuando el organismo movió toda su logística para que Jimmy Morales lograra obtener la inmunidad del cargo.
Nadia de León Torres, actual presidenta del Parlacen, en una nota de voz enviada a este reportero dijo que respeta el planteamiento de los diputados Humanistas, aunque está en desacuerdo y señaló:
“Guatemala necesita mantenerse vinculada al ordenamiento internacional y diplomático, lo que requiere son propuestas concretas para fortalecer la integración; el Parlacen es un sistema útil para la integración regional, el tratado requiere reformas que le faculten para que sus decisiones sean vinculantes; algo que se ha pedido desde 2017”.
Gabriel Orellana, exdiputado del Congreso y abogado constitucionalista, recuerda que en 1993 propuso hacerun análisis de costo beneficio del Parlacen, pero admite que el tiempo le enseñó que son maniobras estériles.
“La única solución que deja a mi manera de ver las cosas es que el Parlacen se debe modificar; es cierto es un elefante blanco, ya no sirve; pero el problema no es ese, sino que la Constitución Política obliga al Estado a seguir una conducta pro centroamericanista”.
En las pasadas elecciones 1 millón de guatemaltecos votaron nulo para cargos al Parlacen, lo que representó 22.84 % del total de votos válidos que fueron 4.3 millones.