Escuche la nota aquí:
El juicio por el incendio en el “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”, desveló que el gobierno del expresidente Jimmy Morales y su antigua jefa, la productora de televisión Anahí Keller, desligada de responsabilidad, más bien administraban una casa de terror. Aunque el Ministerio Público (MP) guarda silencio, existe una investigación sobre graves violaciones a los derechos humanos, mucho antes del incendio que mató a 41 niñas.
Una de las sobrevivientes se ve hoy al espejo y en su cuerpo lleva la marca de la desidia: el 60% de su piel está quemada. Tenía 13 cuando el hogar se convirtió en una hoguera, hoy tiene 22 y declina ser identificada.
Salieron más cosas a la luz sobre las denuncias de antes. Dos meses antes de lo ocurrido, hubo unas alertas Alba Keneth que no estuvieron activadas. Y dijo la jueza ¿por qué eso no se dio? Porque había personas que encubrían todo. Hubo denuncias sobre violaciones, malos tratos; de las niñas que murieron se supo que una fue violada en el Hogar; además, en la autopsia varias iban drogadas, y la jueza no entendía por qué había sustancias en los cuerpos.
En 2019, durante una citación en el Congreso, Leonel Dubón, director del Refugio de la Niñez, ONG que atiende a niños vulnerables, informó sobre 50 denuncias de tortura y malos tratos que el MP no investigó. Dubón:
Nosotros acompañamos al Hogar Seguro desde antes de la tragedia; incluso vistamos el hogar con Marta Mauras, representante de Comité de Derechos del Niño –de la Organización de Naciones Unidas (ONU); lamentablemente no fuimos bien recibidos porque en 2016 planteamos las preocupaciones, pero las denuncias de trata de personas, comida con gusanos y castigos sí eran recurrentes; por lo que sí hace falta investigar sobre los vejámenes previos. También se denunció que los monitores las hacían salir de madrugada y caminar sin ropa en el campo de fútbol.
Graves denuncias
Existen denuncias en el MP de que las adolescentes fueron forzadas a prostituirse fuera del Hogar Seguro, algunas de ellas en la Fiscalía Derechos Humanos y de San José Pinula, pero la institución no respondió a las consultas. El caso está en reserva y 9 años después no registra avances. Dubón:
Mucha información la comentaban las chicas de esta manera: no me pasó a mí, pero le pasó a otra persona… y esa fue una de las grandes dificultades porque quienes recibieron la violencia o tuvieron miedo o se retractaron de las denuncias.
La chica sobreviviente: Todo cambió porque la Directora venía de una cárcel de menores, entonces se nos trató como presas. Lo único que nosotros peleábamos era que nosotros no estábamos ahí por problemas graves.
Esta chica vivía con su mamá y tres hermanos y dice que su caso fue a raíz de rebeldía con su mamá. Aún no entienden por qué la Procuraduría General de la Nación las separó y prolongó durante 8 meses la situación hasta la tragedia.
Se nos prohibía llamadas, las visitas, nos cancelaban audiencias sin explicaciones; para mí fue muy difícil no ver a mi mamá en ese tiempo.
El director del Refugio de la Niñez recuerda que este era un factor:
En la mayoría de los casos, la separación se dio de manera poco clara y aún persiste el problema en el sistema, porque no se cumple con los tiempos procesales. Yo también tuve conocimiento de dos chicas –que murieron– que venían de una fiesta de la zona 7 cuando una patrulla las aborda, la ingresa al Hogar Seguro y había pasado 1 año y no habían tenido la audiencia de conocimiento de hechos. Aquí hay una carga al sistema de justicia, porque seguramente la familia las querían y la estuvieron reclamando, pero no se dieron las condiciones del juzgado.
Dubón señala que la mejor reparación del Estado es resolver con prontitud los casos de niños bajo su resguardo, los cuales, según la Secretaría de Bienestar Social, suman hoy 1 mil 217 en casas de protección.