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Los beneficios de la primavera de 1944, aún siguen vivos aunque heridos: un Instituto Guatemalteco de Seguro Social (IGSS) colapsado; las Escuelas Tipo Federación, que siguen en pie con paredes gastadas después de 80 años; proyectos que son el legado de Juan José Arévalo Bermejo, presidente revolucionario y padre Bernardo Arévalo, actual mandatario. 

“¡Qué viva Juan José Arévalo!; yo no soy mi padre, pero tengo el mismo anhelo que él  y los revolucionarios de 1944”.

Arévalo avanza en su primer año de Presidencia y hoy, bajo el lema “Una revolución viva”, su Gobierno lanza una campaña que endosa al mandatario la responsabilidad de recuperar la historia y los logros de la Revolución del 44 en su 80 aniversario. 

“El pasado nos guía, el presente nos inspira” se lee en la publicidad gubernamental. En mayo de este año, Arévalo salió con una aprobación social de 54% en la encuesta de la consultora CidGallup. Según la Secretaría de Comunicación Social del Gobierno, la campaña “Una Revolución sigue viva”, expondrá el impacto y logros revolucionarios en derechos laborales, salud pública y democracia con el fin hacer un paralelismo entre el presidente Bernardo  Arévalo y su su papá, dijo Santiago Palomo, secretario de comunicación social del gobierno a la producción de ConCriterio.

Son los logros del pasado pues hasta ahora, el Arévalo del presente no es más que expectativas.

Martín Toc, expresidente de los 48 Cantones de Totonicapán, la organización que por 100 días luchó por la democracia en 2023: La revolución no es lo que se dice, sino lo que se hace y lo que se ve; puede haber discurso, pero ya están en el Gobierno, no nos esperamos que nos cuenten qué van a hacer, sino que lo hagan.

La medición de la encuestadora evaluó percepciones en seguridad, empleo y costo de la vida y no superó favorablemente el 40% en las opiniones. Y, Toc añade:  Como estamos tan mal acostumbrados a no tener buenos gobiernos y ahora que hay una administración decente, uno no lo percibe como un cambio; pero hay un riesgo, porque al final de los 4 años, nos pueden decir “no nos robamos el dinero”, pero ¿qué pasó? No hubo algo que nos sorprendiera.

Edgar Emilio Chogua, de 56 años y con 30 años de experiencia como educador intercultural, cree que la cooptación del Estado no le permite avanzar:  Sus ideales están ahí, pero las condiciones no son las mismas. En 1944 todo el sistema estuvo alineado a un mismo gobierno. Pero esta vez hay fragmentación, aunque fuera del Ejecutivo, sí están unidos para otro fin. Yo, por lo menos, le doy a este Gobierno dos años para ver las cosas, porque no van a poder. Nosotros como ciudadanos estamos tranquilos de que alguien está ahí y que va a velar por nosotros; pero en temas concretos: infraestructura, educación, es más de lo mismo. Pero en corrupción este gobierno sí lo detuvo.

Aleisar Arana, expresidente del Parlamento Xinka, otro grupo defensor de la democracia, dedicado a promover el desarrollo económico en su comunidades y la incidencia en participaciones políticas:

Cremos que las cosas pueden cambiar, pero hace falta el involucramiento ciudadano, porque solo él, no va a poder. Hay un importante sector de poder que está a la defensiva para no perder privilegios. Pero él tiene la voluntad de trabajar.

El presupuesto vigente es de Q131.1 millardos, se ha ejecutado el 66% y de estos el 80% es funcionamiento.