Suspensiones laborales: necesidad médica, falla del sistema y abusos  

En Guatemala, una de cada cuatro personas afiliadas al IGSS fue suspendida en 2024 por causas médicas o maternidad, pero detrás de esas cifras se esconden realidades complejas: desde trabajadores con enfermedades crónicas hasta quienes simulan dolencias para no laborar. Empresarios señalan que el sistema presenta fallos y contradicciones legales.
Publicado el 1 Sep, 2025

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¿Un trabajador no llegó hoy a sus labores a la compañía? Puede ser por enfermedad, accidente o quizá aspectos relacionados con la maternidad que son algunas de las principales causas de suspensión por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS); o peor aún, pudo fingir estar enfermo. Hay muchas historias detrás de las ausencias laborales. El IGSS reporta 1.7 millones de afiliados y en 2024 suspendió al 25% de sus cotizantes (411 mil 625) por distintas causas. Este año ha sido suspendido el 9%  (165 mil 798) del total de afiliados.

Pero detrás de cada trabajador y empresa hay una historia relacionada con las suspensiones laborales. Alejandro Ceballos, empresario y director de la Junta Directiva de Vestuario y Textiles de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT):

“Nosotros cuando trabajamos con línea de producción, cuando alguien es suspendido por el IGSS nos quita un elemento clave. Yo diría que, por cada 1000 trabajadores, tenemos 40 suspendidos. Es gente con enfermedades crónicas o que se accidentan, que yo he tenido personas que han estado 2 años suspendidas. Por supuesto el IGSS absorbe el sueldo de las personas”.

El IGSS paga, por accidente o enfermedad común, dos tercios del salario base diario, mientras que por maternidad es el 100%. Ceballos dirige una empresa de textiles y con las trabajadoras embarazadas reporta que ha detectado un mecanismo de aprovechamiento:

Lo que nos pasa mucho es que las mujeres cuando resultan embarazadas y el IGSS las reconoce, empiezan a romper las prendas cuando se les hace la auditoría de 100 prendas hay 50 rotas, pero están esperando bebé y lo que hay que hacer es que ya no lleguen a trabajar, pero se les tiene que pagar hasta que terminen el proceso de lactancia.

Según la normativa el subsidio máximo por maternidad es de hasta 84 días. Cada mes el IGSS reporta unas 30 mil suspensiones, aunque no aportan datos, y señalan que hay más bajas temporales de trabajadores en el sector público. En 2024 la institución desembolsó Q708.5 millones por suspensiones;  a junio 2025 fueron Q375.3 millones.

No hay armonía en leyes

Andrea Stella, empresaria del sector de restaurantes, nos dice que el 15% de sus trabajadores son suspendidos anualmente. Se queja:  “tenemos muchas dificultades con el servicio que el IGSS está brindando. En mayo un trabajador tuvo parálisis facial y le dieron cita para sus terapias en enero de 2026.

Nos cuenta del caso de una trabajadora de la tercera edad con cuadro diabético, que solicitó su jubilación por invalidez y está tardó 7 años en llegar: 

lo sufrimos nosotros como empresarios y lo sufrió ella como ser humano.

Stella señala un inconveniente: no hay armonía entre el IGSS y las leyes laborales: A mí me hace falta un mesero que lo tenga un mes suspendido, pero la ley no me acompaña para poder tener a alguien sin contrato por un mes para que lo sustituya.

Burlan la Seguridad Social 

Esta empresaria asegura que sus empleados evitan las suspensiones porque les afecta económicamente. Mientras que otros cuentan en redes sociales como burlan a la seguridad social y a sus empleadores para tener días libres:

“Yo tenía un compañero que era bien mafioso y un día me dijo: yo cuando no tengo ganas de trabajar voy al IGSS de emergencias y así me dan mi constancia y ese día no iba. Y un día yo dije: no tengo ganas de trabajar y fui a probar si mucho me tardé media hora y qué bonito…”.

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Un trabajador que declinó identificarse contó a ConCriterio que también buscaba suspensiones sin causa: Lo que me decían era que tenía infección intestinal, me ponían suero; me daban mi constancia de que había salido 11:30 y hasta el otro día regresaba al trabajo. Yo no dejaba que me suspendieran más de tres días, porque costaba que pagara el IGSS.

Rebeca Blass, jefe del depto. administrativo de médicos de servicios centrales del IGSS habla sobre los criterios para suspender: es tan variable que no se puede establecer un criterio específico. Cuando el paciente es evaluado predomina el criterio médico.

Por enfermedad la ley establece que la suspensión no podrá exceder de 52 semanas, y  aunque hay casos especiales el promedio de suspensiones es de 15 días.

 

Henry Bin

Periodista