Este año la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) podría tomar una decisión y declarar patrimonio de la humanidad el sitio arqueológico Takalik Abaj, ubicado en el Asintal, Retalhuleu. Para arqueólogos, este nombramiento es sumamente importante porque se daría un determinado estatus al país y permitiría que el lugar sea resguardado ante amenazas ambientales y humanas como se ha hecho con el Parque Nacional Tikal, en Petén, Antigua Guatemala, Sacatepéquez y Quirigua, Izabal, ambos declarados patrimonio de la humanidad.
El pasado 26 de marzo el viceministro de Cultura, Mario Maldonado dijo a la agencia de noticias AFP que la Unesco prevé tomar una decisión a mediados de año. Takalik Abaj fue habitada durante mil 700 años y descubierta en 1,888. Para los arqueólogos, representa una obra de desarrollo arquitectónico y un testimonio único de la historia que dejó una civilización viviente.
Liwy Grazioso, catedrática de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), nos dice que la ventaja de esta nominación es que trasciende la cultura guatemalteca y pone la zona “en el mapa internacional”, por lo que se adquiere mayor protección a la naturaleza que lo rodea y se impiden construcciones en el área.
«Hay sitios parecidos en México. La diferencia es que Takalik Abaj es uno de los sitios más grandes de la Costa Sur de Guatemala con montículos de gran tamaño y arquitectura de barro. Lo fantástico que tiene es la cantidad de monumentos labrados, estelas con inscripciones. No es un sitio que tuvo una ocupación efímera, tuvo permanencia durante varios siglos».
La primera solicitud que hizo el gobierno para que este sitio sea declarado patrimonio de la humanidad fue en febrero de 2014 y la segunda en enero de 2021. Grazioso agrega que esta nominación es un proceso lento que debe iniciarse en el ministerio de Cultura y Deportes con la preparación de informes del lugar. Posteriormente, se manda la documentación y una comisión de la Unesco evalúa si amerita o no el nombramiento. También se toma en cuenta que si falta un documento o no se envía en tiempo significa más retraso.
«No porque lo mandé ahorita voy a tener respuestas en octubre. Todos los países mandan propuestas y no mandan solo una».
El arqueólogo, Edwin Román, director del proyecto arqueológico del Sur de Tikal, refiere que esta categoría es importante para reforzar la protección de los sitios ante saqueadores e incendios forestales.
«En el caso de Tikal, para esta época se alistan escuadrillas para combatir incendios forestales. El gobierno deberá cumplir ciertas funciones para no perder el estatus, estos sitios son evaluados cada cierto tiempo. También debe haber capacitación a las comunidades aledañas para crear más consciencia de su resguardo».
Christa Schiever de Lavarreda, arqueóloga encargada de las investigaciones de Takalik Abaj, espera esa nominación para mantener el parque lejos de la agroindustria de la región.
«Antes todo era zona de cultivo de café, son cultivos que no destruyen el suelo y los recursos hídricos se mantienen, pero por las fluctuaciones a nivel mundial hemos visto con preocupación que los propietarios de las fincas están obligados a cambiar de cultivos para sostenerse e implementar otras prácticas, eso sí puede tener impacto negativo para el parque».
Este año también se retomó la construcción del Museo del Caracol en esa área, una obra que había quedado a medio construir y en la que se expondrán piezas que no pueden ser exhibidas por falta de un edificio formal. El costo de este proyecto es de Q11 millones.
La obra se comenzó en el 2004 durante el gobierno de Oscar Berger. Sin embargo, su construcción se perdió en las administraciones siguientes por señalamientos de corrupción y falta de transparencia en la inversión de los fondos.
El presupuesto para conservar el parque arqueológico Takalik Abaj es de Q6 millones 456 mil.