Hace ocho años, en 2012, la Policía Nacional Civil (PNC) “salió corriendo” de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, expulsada por grupos organizados: no hubo quién defendiera a la fuerza pública, fueron echados de aquel municipio que forma parte de la ruta del migrante. Aunque Timoteo Velásquez, jefe edil del municipio, subraya:
“…más creo que de la droga, migrantes es poco, pero pasan también”.
Ocho años después hay acuerdos entre vecinos y las autoridades: los policías regresarán la semana de Navidad. San Miguel Ixtahuacán es un municipio de 50 mil habitantes al norte de San Marcos, a solo 1 hora 30 minutos se encuentra la frontera con México. Este hecho se apunta como causa de conflictividad en el lugar, pues las organizaciones que llevan migrantes hacia Estados Unidos, no quieren fuerza pública en el lugar, comenta Velásquez:
Hubo un grupo organizado de personas que se dedican a llevar gente a Estados Unidos -coyotes- y vinieron a correr a la Policía con armas de grueso calibre. El alcalde no descarta la vinculación con el narcotráfico: así es porque vinieron a correrlos, hubo una gran balacera por todas las calles.
Los vecinos tienen presente aquel enero 2012. Y después de la salida de los agentes ¿quién los cuidó?: nadie. Celestino Juárez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE):
La policía quiso actuar y a ellos, incluso, los desarmaron esa vez. Entonces la policía ya no regresó.
Estos ocho años fueron los vecinos quienes se protegieron a través de juntas de seguridad vecinales, pero:
“El problema es que los que participan en estas juntas, trabajan y ellos apoyan cuando regresan del trabajo y de día no hay nada. Hay un grupo de delincuentes que disparan, asaltan a la gente cuando va al banco y nadie se mete”.
La Policía Nacional Civil, al cierre de la nota, no compartió datos sobre la incidencia criminal del municipio.
Luis Morales, auxiliar de la oficina del Procurador de Derechos Humanos de San Marcos, recuerda a que el área registra conflictos sociales junto con los hechos delictivos:
Altos niveles de violencia no hay, lo que pasa es que el municipio es muy pequeño y el robo de vehículo se ve alarmante. Antes de los 8 años la policía intervenía en problemas entre vecinos, pero no se daban hechos delictivos, fue hace dos años que empezaron con más fuerza.
El presidente del COCODE coincide:
Hay robo de negocios, de animales, cuando los vecinos se levantan ya no está el ganado o cuando llegan los dueños a los locales estos fueron saqueados.
Ante la ausencia de policía, los hechos quedaban en la impunidad, pues una denuncia debía presentarse en la cabecera departamental, ubicada a kilómetros, un viaje de tres horas del municipio. La gente debía gastar unos Q25 en transporte, por lo que declinaban denunciar.
Tras ocho años, Ixtahucán pasará Navidad con protección policial. Las autoridades municipales y la PNC acordaron que unos 20 agentes regresarán, las gestiones las hizo el alcalde Velásquez en acuerdo con los vecinos, pero:
Ojalá no se enojen conmigo los bandos malos y que no tenga yo problema, porque ese es el miedo que se tiene.
En noviembre de 2019 un evento estremeció a los vecinos de este lugar: un niño de seis meses, hijo de un pastor, fue secuestrado. Más tarde la ropa del bebé fue hallada en el cementerio y el cuerpo en un río. En esa ocasión los vecinos buscaron a los responsables, pero se desconoce el desenlace.