La llegada del invierno es un suplicio para los vecinos de las áreas aledañas al relleno sanitario de la zona 3: por décadas, las lluvias han levantado los olores más desagradables de la basura y estos se cuelan en cada rincón de las viviendas.
Zully Montepeque, una maestra de primaria de 47 años, ha residido toda su vida en la colonia Landívar de la zona 7 en esta capital. Su vivienda está justo en dirección hacia el basurero de la zona 3 y todos los años enfrentan el problema:
“Uno se acostumbra, pero sí es cierto que muchas veces los olores son demasiados fuertes y fétidos, como a reposadera”.
Pero, detectaron algo:
“Desde octubre ya no se ha sentido para nada el olor, puede ser que se haya disminuido porque estamos en la época de verano, habría que esperar el invierno para comprobar si están haciendo un tratamiento con la basura, pero en enero, cuando llovió algunos días, no se sintió nada”.
María José Avendaño, directora Ambiental de la Municipalidad de Guatemala, asegura que el olor disminuyó incluso dentro del relleno. ¿La razón?: el basurero está en fase de cierre técnico y sometido a una serie de procesos para mejorar y aprovechar el manejo de los desechos.
El sitio de disposición final es un lugar muy diferente al de hace años, se cuenta con todos los sistemas necesarios para la precaución. No hemos tenido deslaves, se tratan todos los desechos que llegan, hay un sistema de donde se extrae el gas metano y se produce energía eléctrica de este gas; si se recuerda por muchos años cuando uno pasaba por El Trébol, podía sentir esos olores, ahora estando dentro del sitio ya no se siente y es por un mayor control.
El procesamiento de los desechos empezó hace 6 años con Biogas, S.A., una planta que con 4 turbinas a inmediaciones del vertedero que desde 2106 ha generado 112 mil megavatios de energía para la Empresa Eléctrica de Guatemala S.A.
La directora ambiental admite que el relleno sanitario ha contribuido con la contaminación a cielo abierto en la ciudad de Guatemala y los vecinos fueron perjudicados. Por ejemplo, la maestra Montepeque y su familia han debido atravesar por constantes tratamientos médicos a lo largo de las décadas:
“Mi mamá y yo, cuando sucedía eso, nos daban alergias y rinitis y hemos estado afectadas de los pulmones. Yo estoy en un tratamiento porque estaban muy deteriorados.
Un estudio del Grupo de Epidemiología y Salud Poblacional, Escuela de Salud Pública, Universidad del Valle, Cali, Colombia, señaló que, aunque los estudios sobre los potenciales efectos de los rellenos sanitarios en la salud no han sido concluyentes, se han documentado efectos potenciales de las poblaciones que residen en su área de influencia. En particular, se ha reportado un aumento de la demanda de servicios de salud y en la presencia de síntomas respiratorios y exacerbaciones de procesos crónicos, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma.
En 2020, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) reportó que la rinofaringitis y faringitis como la 7° causa de morbilidad, con atención de 180 mil 700 pacientes ese año.
La funcionaria municipal señala que el cierre técnico del relleno llevará muchos años:
El Ministerio de Ambiente llegará a evaluar la clausura de los primeros patios y esto implica el estudio a la ampliación a las nuevas áreas, en donde se solicitó un terreno al Estado y ya nos fue asignado para trabajar el sitio de disposición final, con un mecanismo más adecuado para estos residuos.
Amed Juárez, exdirector de Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (Amsa), entidad que a cargo del cierre del vertedero del Kilómetro 22 ubicado entre jurisdicción de Villa Nueva y Amatitlán, ruta al Pacífico:
Hacer un cierre técnico es relativamente fácil, lo que es difícil es abrir uno nuevo y mientras usted cuente con un nuevo sitio de disposición final no puede cerrar el que está usando actualmente. Si cierran el del kilómetro 22 ¿a dónde van a ir esas 1 mil 200 toneladas diarias? Entonces lo que no se quiere es generar un caos.
Al basurero de la zona 3 llegan a diario unos 550 camiones de la capital y otros municipios y depositan unas 3 mil 199 toneladas de desechos a diario.