Hay interés de dos diputados en el Congreso de la República de regular el cabildeo, una práctica normada en países como Estados Unidos, Colombia, Chile y México, donde abogados, relacionistas públicos u otros consultores son registrados en los sistemas legislativos, para acceder a congresistas con temas de interés público o privado y procurar políticas y legislaciones sobre los mismos.
La primera propuesta llegó del diputado del bloque Humanista Aníbal Samayoa en mayo 2020. Y la más reciente la planteó en enero Alejandro de León Maldonado, único diputado de PODEMOS.
Las propuestas son similares y en la comisión de Transparencia y Probidad analizarán ambas para crear una sola, señala de León Maldonado.
El objetivo de regular el cabildeo, dice la propuesta de Samayoa, es:
- Transparencia
- Publicidad
- Igualdad
- Representatividad
- Integridad
Ambas iniciativas proponen crear una unidad de registro los lobistas. La iniciativa del diputado de PODEMOS, describe entre otros, quiénes pueden ser estos procuradores:
- Consultores
- La banca
- Sector privado
- Organizaciones religiosas
- Partidos políticos
- Tanques de pensamiento
- Despachos de abogados
El diputado de León Maldonado y presidente de la Comisión de Transparencia:
“Sería importante tener una oficina que pueda fortalecer las relaciones interinstitucionales del Estado y no gubernamentales y creemos a través de esta ley se puede tener estas herramientas tan importantes”.
En una encuesta de 2018 sobre integridad pública en América Latina, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calculó el índice de Calidad de la Regulación de Influencia Indebida, para medir la existencia de leyes en los países que regulan la búsqueda de influencias, la hacen transparente y gestionan el conflicto de intereses de los tomadores de decisiones públicas.
El estudio reflejó que la regulación del lobby en la región latinoamericana es de 33%; transparencia de la influencia 33%; y los conflictos de intereses, también 33%.
Al cuestionar a de León Maldonado si la ley no procura normalizar las presiones que procuran beneficios a ciertos sectores, responde:
Esta por estudiarse esta ley en la Comisión y ahí vamos a tomar decisiones importantes para que salga fortalecida.
En la historia reciente, el país experimentó la incidencia de lobistas en el Congreso de Estados Unidos. Fernando Linares Beltranena, exdiputado del PAN y Marvin Mérida, amigo de Jimmy Morales, firmaron contratos que sumaron Q14.4 millones. sin revelar el origen de los fondos, para retirar al entonces embajador estadounidense en Guatemala, Todd Robinson. F.
Linares Beltranena:
Nosotros lo hicimos en EE. UU para informar de las intromisiones del exmbajador Robinson, que estaba amenazando a diputados para lograr ciertas metas legislativas.
El exdiputado considera que aquí no es necesaria la ley:
Uno no tendría que registrarse como cabildeador, es suficiente con decir: vengo a ver mi gestión, ¿cómo va caminando, para cuándo puedo venir? Es totalmente lícito.
Renzo Rosal, analista político independiente, señala las amenazas:
Me parece un tanto peligroso, el lobby está desarrollado en sociedades políticamente más maduras. Pero en sociedades con fragilidad institucional, regularlo me parece es descabellado, lo que se debería de motivar es un proceso más directo a la ciudanía para que se garantice la representación política. Por otro lado, en Guatemala no hay lobistas, lo que hay es traficantes de influencia. Lo riesgoso es que busquen un distanciamiento más fuerte entre el congreso y sectores sociales.
En el 19 de abril 2019 Zury Ríos y Roberto Molina Barreto excandidatos a la presidencia también usaron el cabildeo en EE. UU, el motivo: la lucha contra el socialismo en Guatemala. Unos dos años antes, quedó registro que los empresarios guatemaltecos pagaron un cabildeo de para retirar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) entre ellos Juan Maegli de Cementos Progreso.
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