Autor: Juan Luis Font

La Fiscal General pende de un clavo ardiendo. ¿Cuánta impunidad podrá garantizarle a Giammattei y cuánto poder podrá seguir otorgándole a FundaTerror con un nuevo gobierno?

Los candidatos con opción de triunfo en las elecciones generales del 2023 en Guatemala garantizan la sobrevivencia del régimen. Y los seguidores de Carlos Pineda son mansos.

Edmond Mulet camina sobre el filo de una navaja. Debe diferenciarse de Zury Ríos pero satisfacer a los patrocinadores de ésta.

Las elecciones del 25 de junio están llamadas a prolongar y legitimar en las urnas el régimen no democrático establecido.

Es difícil decir si tratan de eliminar a Edmond Mulet y a Carlos Pineda para forzar la elección de Zury o si ya la dieron a ésta por derrotada y nomás se empeñan en domeñarlos.

Con la potencial derrota de Zury Ríos concluye el episodio más largo, enrevesado y triste de la historia política moderna del país.

La competencia se reduce a cuatro candidatos pro sistema en el cual Carlos Pineda se muestra, por recién llegado, como la novedad. Pero ni siquiera él enfrenta al sistema.

Juan Francisco Solórzano Foppa es el retador que no se cansa de montarle una y otra vez un nuevo desafío al sistema.

La justicia penal está tomada a favor de la impunidad y la política criminal del MP es la venganza contra quienes investigaron corrupción. Pero nadie lo menciona.

Hipótesis: fue el gran capital, que torció el brazo de la Fiscal General, quien sigue jugando a favorecer a medias al petenero Manuel Baldizón.

Los pequeños consuelos que quedan a quienes se les impide votar por su candidato en las elecciones generales de Guatemala en 2023.