No pasó mucho tiempo para que el excandidato presidencial Manuel Baldizón se uniera al club del cabestrillo. Ni bien aterrizó en Guatemala, deportado al cumplir una condena por lavado de dinero en Estados Unidos, empezó a usar el inmovilizador, pues aseguró a su llegada a los tribunales, lo lastimaron.
El político petenero repitió las mismas palabras de quienes afirman que sus acusaciones son políticas para evitar su participación en las elecciones de 2019. Baldizón no respondió preguntas sobre el proceso Odebrecht bajo excusa de que está en reserva:
“Yo voy a hablar de las cosas que yo tengo pruebas, puedo dar fe de que a mí me llamaron y pidieron favores a mis diputados … tráfico de influencias”.
Este reportero llamó y escribió Saúl Zenteno, abogado de expresidenciable, pero al cierre de la nota no respondió.
Los medios noticiosos y las redes sociales replicaron la fotografía de un Baldizón sonriente que dijo que está “feliz de regresar”, pero ¿por qué tan feliz cuando tiene dos procesos penales pendientes? El Ministerio Público (MP) le acusa de financiamiento electoral ilícito y además de recibir US$17.9 millones que los ejecutivos de la constructora brasileña Odebrecht que aseguran haber entregado a políticos guatemaltecos. Ambos casos formulados por la anterior administración de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI).
Juan Francisco Solórzano Foppa, exfiscal del Ministerio Público (MP): Yo creo que tiene que ver con el hecho de que han cambiado las autoridades judiciales y ficales que llevaban su caso y vemos que estos sabotean los casos de la antigua FECI. Entonces él tiene hoy una perspectiva más positiva.
En junio, una sala anuló tres acuerdos de colaboración con empresarios brasileños y Rafael Curruchiche, actual jefe de la FECI, dijo que estos contenían “múltiples ilegalidades”. ConCriterio solicitó a comunicación social del MP una entrevista con Curruchiche, pero la respuesta fue qu el fiscal «no considera prudente dar declaraciones», señalan que habrá que esperar el avance del proceso para no entorpecer las actuaciones.
Juan Francisco Sandoval, exjefe de la FECI: la premisa de la persecución debe estar sustentada en los elementos probatorios de la causa y lo que recuerdo es que además de las declaraciones fueron revocadas, existe un testigo que declaró en Brasil; existe la información financiera; están las declaraciones de trabajadores de esta persona –Baldizón–; hay información que fue obtenida en la oficina del notario Diego Chacón Yurrita, también están las transacciones de las empresas ubicadas en la República Popular de China.
Una publicación en la página de Facebook de Baldizón después de su llegada dice: “Tengo confianza en Dios y en las instituciones de mi país que se hará la Justicia correcta”.
La familia Baldizón está activa en la política:
- Sus hijos impulsan el partido político CAMBIO, del cual su hijo Jorge Baldizón es secretario, y participará como candidato a diputado.
- Este muchacho, de 25 años, acompañó a la comitiva de Alejandro Giammattei a República Dominicana en 2019.
- El medio digital El Faro publicó una investigación que revela que un testigo declaró que Giammattei recibió US$2.6 millones producto de sobornos de constructoras para su campaña electoral.
- Todo indica que el hijo de Manuel Baldizón fue quien dio esa declaración, pero con la nueva administración de la FECI, se retractó y dijo que fue coaccionado.
Este reportero escribió a Jorge Baldizón, pero no contestó.
Ante la dinámica de la FECI, a favor de las resoluciones en casos como el de la magistrada Blanca Stalling, el abogado Francisco García Gudiel, el exfiscal Sandoval, dice: esto solo robustece la tesis de EE.UU., persiguen a quienes descubrimos actos de corrupción y protegen a los grandes actores corruptos de Guatemala.
Baldizón colaboró con el FBI. La pregunta es a ¿quiénes delató antes de ser deportado a Guatemala? Es un buen momento para recordar las palabras que dijo en 2018 a ConCriterio, la exdiputada Delia Bac, aquella congresista que mandó a construir una carretera exclusiva para su spa en Chimaltenango: “si él habla o ya habló en EE.UU., seguramente ya alcanzó a algunos”.