Autor: Juan Luis Font

Hora de arremangarse la camisa y encarar la necesidad de re constituir la red vial del país. Ya se perdió demasiado tiempo.

Un juez denuncia amenazas e intimidaciones y el silencio institucional es toda su respuesta. Claudicación total.

La justicia guatemalteca al servicio de corruptos y también de criminales para servirles impunidad a la carta.

¿Por qué calla usted frente tanto abuso, tanto aprovechamiento personal de quienes administran los fondos públicos?

El gobierno de Guatemala ha librado bien el maremoto ocasionado por la llegada de Donald Trump. Pero quién sabe cuánto durará esto.

Los ingenieros militares estadounidenses que llegan al país traen en sus manos la tómbola del sorteo para el cual compró boleto el presidente Arévalo.

El Fiscal ahora acusa al Presidente de haber pactado en Costa Rica la entrega de los puertos guatemaltecos a China.

¿En dónde se nota su miedo? En que se ve forzada a perseguir a quienes cree no poder vencer por las buenas.

¿Qué dirá después de reunirse con Bernardo Arévalo, el secretario Marco Rubio? ¿Dirá que el gobierno de Donald Trump ve en Guatemala a un aliado?

¿Alguien recuerda un discurso memorable de presidente alguno en cualquier aniversario de su gobierno? Que nos mande aviso.

Una mujer con la certeza de que la dictadura no va a terminar si ella no la orilla al abismo. Una mujer que actúa y no se resigna.

Dispóngase a vivir la mejor Nochebuena  y confíe en que el 2025 será un año de grandes emociones y oportunidades. No se desanime. Disfrute su vida.

Es la Corte de Constitucionalidad la que dirige la operación de defensa de los corruptos, los lavadores y los evasores.

Y la dictadura judicial que con costos se da abasto para frenar cada desafío que se le pone delante.

La esperanza de una transformación democrática descansa en los jóvenes diputados. El Ejecutivo se resigna demasiado. 

¿Por qué el presidente Arévalo tomaría la primera decisión que le confronta con el sector empresarial?

La llegada de un gobernante acostumbrado a negociar, a transar, abre la posibilidad, no sin sacrificio propio, de un trato.

Jose Rubén Zamora salió de la cárcel por una casualidad: su petición llegó a un juez suplente. No a uno de los del combo de la impunidad para la corrupción.

El legado del extinto alcalde no se limita al basurero de la zona 3 y el desabastecimiento de agua en la capital. El caos vial lleva su marca y la de su heredero político.